CAPÍTULO I

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CAPÍTULO I: LA MUERTE DEL ZAFIRO 

La media noche marcaba su inicio, la hora justa en la que Kaitou Kid anuncio su atraco al museo de Tokio donde se exponía la gran colección de joyas del heredero del gran ducado de Luxemburgo. Pero el objetivo principal de Kaitou Kid era la corona de la duquesa Stéphanie de Lannoy que está siendo exhibida, ya que en ella se encontraban varias joyas de gran tamaño.

Pero algo no estaba previsto en los planes del gran ladrón bajo la luz de Luna, justo en el techo donde había aterrizado con su ala delta se encontraba rodeado. Oficiales de la policía por su derecha y unos molestos hombres vestidos de negro a su izquierda, cada grupo con su respectivo líder.

−Vaya, vaya. Parece que tenemos unos grandes fans de la magia aquí reunidos −expresó Kaitou Kid mientras agarraba su sombrero de copa para reducir la visión de su rostro −. Bueno antes que nada debería presentarlos. Debo dar a entender al inspector Nakamori que ellos son gente malvada que mata a sangre fría. A mi derecha esta, el ya conocido localmente, inspector Nakamori; el hombre que siempre intenta atraparme. Y a mí izquierda está, alguien que se oculta en la oscuridad con su único objetivo de quitarme de su camino, Snake −exclamó mientras hacía fanfarrias con su brazos para dar énfasis a sus indeseables compañeros de la noche que arruinaban el acto de magia.

−Dejaste de tus juegos Kaitou Kid, esta noche serás atrapado por la policía −gritó una joven animada que había llegado sigilosamente al encuentro de los rivales.

Aoko ¿se puede saber qué haces en un lugar tan peligroso? −pensó Kuroba mientras observaba las acciones de su amiga, intentando mantener siempre su cara de póquer. Pero su cara le traicionó mostrando un rostro de sorpresa, que no paso desapercibido por el líder de los hombres vestidos de negro.

−Hija no deberías estar aquí −le reprendió el inspector, mientras ordenaba a algunos de sus hombres rodearla para protegerla de los hombres de negro frente a él. Mientras observaba a los enemigos de su enemigo noto que portaban armas de fuego y en este momento ellos eran más peligrosos que el mismísimo ladrón.

−Vaya, veo que esa joven es muy importante para ustedes, −dijo mientras señalaba a ambos hombres con su arma de fuego −. Inspector si su hija muere por culpa de Kaitou Kid, usted seria consumido por la venganza y vería la forma de hacerle pagar, se mataran entre ustedes, así que me imagino que solo deberé gastar una bala.

−Pa... −Antes de que alguien pudiera hacer algo una bala le atravesó la cabeza a la joven que había estado en el lugar equivocado en el momento equivocado.

El plomo perforo la cabeza dándole una muerte instantánea y en consecuencia haciendo que el cuerpo cayera del edificio por perder su fuerza.

−Aokooo −gritaron ambos hombres mientras intentaban agarrar el cuerpo sin vida de la joven antes de que se estampara con el piso. Pero fue demasiado tarde, desde el balcón del museo ambos hombres observaban el estrellado cuerpo de la mujer de sus vidas en el asfalto.

−Inspector Nakamori, me temo que dada las situaciones, este será mi último robo. No quiero que más gente muera por mi culpa. Personas importantes para mí. −dijo en una voz donde se palpaba la tristeza.

El ladrón dejo su chistera, su monóculo y una nota donde iba pegada una rosa azul

"Inspector Nakamori mi más sentido pésame a lo que acaba de pasar hoy. Si quiere culpar a alguien hágalo a mí, porque después de todo yo soy el objetivo de esos hombres. Aunque ahora mi mayor deseo es verlos tras las rejas, así que dejare de ser un ladrón para poder impartir justicia como se debe. Siendo un buen ciudadano. Se despide Kaitou Kid".

Cuida tu sombrero mágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora