CAPÍTULO V

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Este hombre estaba a la vista de las demás personas que estaban posicionadas estratégicamente, como si estuvieran esperando cualquier señal para empezar un ataque. Su recorrido se detuvo en la puerta 211 tocó como protocolo para entregar el paquete pero nadie salió al llamado así que lo hizo otra vez, una tercera hasta una cuarta pero el resultado era el mismo.

Ya tenía pensado sacar sus artilugios para irrumpir en esa morada, estaba agachado a la altura del pomo cuando al fin la puerta se abrió.

—Oh lo siento, deje caer la pluma. —Excusó el porqué de su poción —. Déjeme pasar para poder dejar dentro de su hogar el paquete. —Señaló ese gran paquete que estaba arriba de un transportador para su fácil manejo. Aunque en ningún momento se miraron a los ojos podía saber que la mujer frente a él estaba extrañada, pero aun así lo dejó pasar —. Necesito que firme aquí de recibido. —Le extendió un porta papeles, pero la mujer no lo tomó, en cambio puso su antebrazo en el cuello del repartidor mientras lo arrinconaba contra la pared, logrando al fin su ojos se conectaran, azul contra azul, ese que cualquiera de los dos reconocería en cualquier lugar.

—Más te vale que antes de que salga la persona que está en mi sala, todo tu equipo se haya desplegado o aquí va a correr sangre —lo dijo en un tono tan frio que no podía creer que esa era su amiga que había venido a buscar —. Se lo que piensas Kaito —susurró a su oído provocándolo —, también me imagino que quieres saber la verdad es por eso que has venido aquí. Pero has llegado en un mal momento así que mejor espérame —. Al finalizar su oración lo lanzó dentro de una habitación, pues no era una pared donde lo estaba arrinconando era una puerta que con solo abrirla el cayó dentro de ese lugar.

—Has bajado la guardia Kuroba —exclamó alguien en su oído —. Parece que unos ojitos tiernos pueden ser tu perdición.

——Cállate Kudou —exclamó para su contra parte procurando utilizar el tono de voz más bajo —. Ya escuchaste a la señorita, así que vacía el lugar.

—¿Confiaras en ella así de fácil?

—Si ella quería pudo haberme entregado a la persona que la esta visitado pero no lo hizo además de que me reconoció aun con disfraz, ¿estoy perdiendo el toque Kudou?

— Dendrobates azureus, —logró escuchar una voz adicional que se estaba acercando —, ¿Qué paso?

—Al fin llegó mi nuevo refrigerador, ese servicio de entregas sí que es rápido —respondió la mujer.

—¿Por qué encargaste algo cuando estas a punto de irte a una gran misión?

—Lo encargue anteayer, la misión se me asignó ayer y se me había olvidado que lo que pedí. —Supo inventar muy bien una excusa.

—Bueno ya te he dado los detalles de tu encargo, mañana mismo empiezas. —Se infiere que ya iba de salida porque la voz ya se escuchaba enfrente de la habitación donde él estaba —Me sorprende que la hayas aceptado.

—Con el regreso de Kid, la gente está ansiosa por ver quién será el que lo mande al infierno, así que están más concentrados en eso; yo quedo fuera de juego ya que logre que desapareciera de nuestros caminos durante ocho años, no pensé que se dignara a regresar.

—Oh si, la famosa joven que logró vencer al ladrón sin siquiera dispararle. Eres la mejor joya que ha robado la organización, claro después de Pandora.

—Gracias los cumplidos Frog pero creo que es hora de irte, quiero abrir mi paquete antes de irme además de que debo hacer mis maletas. —Literalmente lo estaba corriendo —. Aparte de que hoy debo ir a la sala de juntas.

Cuida tu sombrero mágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora