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Noches frías son mi manto en mi sufrir.

Camino descalza en medio de la noche, busco escapar, busco huir.

La jaula que es mi mente me tiene presa, cautiva, ¿Cómo a esto se le llama ser libre?

La puerta está sellada con una cortina de humo llamada paz.

Camino por las calles oculta, creyendo estar protegida dentro de un disfraz.

Veo el cielo, pero ya no veo esa Estrella fugaz que me iluminaba el camino.

Veo bombas caer, que estallan en un bramido.

Al cerrar los ojos, veo color verde, ese que te grita que el mundo sigue vivo, que no está agonía.

Al abrirlos, veo el verde militar del hombre que en sus brazos, tomó un arma por sobre una mano amiga genuina.

La realidad se ve borrosa. No sé si las bombas estallan ante mi  o en mi mente.

Siento el fuego de la bomba hacer arder mi piel, siento las cadenas inmovilizar mi andar.

Siento la mirada perdida, estoy desorientada, siento mi mente como un río caudaloso. ¿Cuando será que irá a parar?

La cortina de humo me está ahogando, me está haciendo llorar.

Su aroma es tan fácil de reconocer, pero tan difícil de interpretar.

Esta cortina de humo... ¿Es realmente La Paz o simplemente la ilusión?

Y al remover la cortina y ver la sangre derramar, me doy cuenta que mi confusión se disipa como niebla en la oscuridad.

Esto es el grito de agonía de la ilusión y el remarcar de la mentira.

Esto no es paz. No es libertad.

Soy una flor creciente que descubrió la guerra y el fuego como su realidad.«

Mírame A Los Ojos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora