No pierdas la esperanza. (Sueños de esperanza II) Draco y Hermione

La boda.

Todos estaban ya preparados, esperaban en la sala a Hermione que era la única que todavía no había bajado. Quedaban apenas quince minutos para que empezaran a llegar los invitados y tenían que estar todos preparados y en sus puestos antes de que Molly acabara con un ataque de nervios.

Al final Ginny decidió subir a buscarla, cogió las faldas de su vestido y empezó a subir las escaleras procurando no dar un mal paso con los tacones. Al llegar a la puerta de la habitación de Hermione llamó. Paso un minuto sin obtener respuesta.

- ¿Hermione, te encuentras bien?- Otra vez sin respuesta.- Hermione voy a entrar.

Sin pensárselo tiro del pomo de la puerta y la entre abrió metiendo la cabeza por la rendija que quedaba abierta. Allí vio la figura de su amiga sentada sobre la cama de espaldas a ella, llevaba el vestido del baile de navidad y estaba tan guapa como ese día.

- Hermione mi madre nos está esperando tenemos que bajar ya.- Otra vez sin respuesta, y viendo que a su amiga le pasaba algo entro para rodear la cama y poder ver su cara.- Por Merlín Hermione, ¿qué te pasa?

Su amiga estaba allí sentada mirando a la nada, se acercó a ella sentándose a su lado no sabía si tocarla o hacer llamar a un medimago. No tenía buena cara estaba completamente blanca a pesar del maquillaje y sus ojos estaban vacíos sin ningún sentimiento.

Al ver que no reaccionaba al final decidió tocarle el brazo, se lo acarició dulcemente del hombro hacia abajo y al llegar a la mano se la agarro.

- Hermione…-Susurro a su oído.- Vuelve con nosotros.

Al fin obtuvo respuesta, ella giro lentamente la cara y la miro a los ojos que de repente recobraron la vida y empezaron a soltar lágrimas. No podía hacer nada más que abrazarla y dejar que se desfogara.

Al cabo de unos minutos Hermione se separó de ella y la miro a los ojos.

- He hablado con Draco.- Su voz salía sin fuerzas de su garganta pero siguió.- Tengo que sacarle de allí lo antes posible. Se está debilitando no aguantara mucho.

- Ya lo sabemos Hermione, todos sabemos que aunque es muy fuerte mantener los escudos en su mente le merma la fuerza. Harry y yo hablamos de esto cada noche. Todos sufrimos por el incluso Ron está dispuesto a acompañarte si es necesario.- Era cierto Harry les hablo de lo duro que era bloquear la mente delante de Voldemort y temían que no aguantara mucho tiempo más.- Pero pronto lo sacaras de allí, Hermione sabemos que lo harás y ya falta poco.

- ¿Y si llego tarde?

- Tu misma dices que has hablado con él, ¿Cómo le has sentido?

- Se le notaba cansado pero me hablaba con entusiasmo con ganas de aguantar.

- Pues entonces no te preocupes más el aguantara hasta que llegues a él y le liberes.- Eso esperaban todos, si le pesaba algo a Draco perderían a la Hermione que conocían.- No llores más y confía en que sacara fuerzas de flaqueza solo para poder volver a abrazarte. Tú sabes que es terco como el solo, no se dejara vencer así como así.

No podían perder más tiempo si subía Molly y veía así a Hermione todo el plan se iría al traste. Debía reponerse al menos unas horas para aparentar que estaba bien durante la boda.

- Espera un momento, iré a mi cuarto a por una poción rehabilitadora hoy la vas a necesitar.- Ginny salió y apareció a los pocos segundos con un frasquito lleno de un líquido verde.- Tómatela te sentirás mejor y mañana serás libre para luchar y unirte a él.

Izó lo que su amiga le decía y al tomarse la poción de repente se sintió más fuerte y algo más animada. Pero en su rostro todavía se veían las marcas de las lágrimas. Pero no tuvo tiempo coger su varita para solucionarlo que su amiga ya le había ayudado.

Bajaron las escaleras con un mejor ánimo las dos y cuando llegaron abajo apenas quedaban un par de minutos para la llegada de los invitados. Molly les indico su sitio y no pudieron ni cruzar una palabra con Harry y Ron.

Los invitados fueron llegando y parecía que en la Madriguera no podía caber más gente, estaba todo lleno de gente con vestidos elegantes y otros con vestidos extravagantes y seguían llegando. Parecía que había invitado a toda Inglaterra a la boda.

En el momento adecuado la gente fue guiada la carpa donde se oficiaría la boda, todos se sentaron en su sitio con ayuda de toda la familia Weasley. Al fin podían descansar de servir copas y atender a los invitados. Todos bien sentados en el lado del novio y esperando que primero este apareciera a después la que sería su mujer ese día.

Al fin los novios se dieron el sí quiero y entre felicitaciones y halagos a lo guapa que estaba la novia todos salieron al jardín a tomar un tentempié mientras se preparaba de nuevo la carpa para la comida.

Sabiendo que no se encontraba muy bien Ron y Harry disculparon a Hermione y se encargaron ellos de su parte del trabajo para que ella y Ginny pudieran hablar y descansar.

Al final Ginny encontró una parte del jardín donde no había nadie, allí conjuro un par de sillas y consiguió un par de bebidas para que las dos pudieran descansar. El constante ir y venir de gente que las saludaba había hecho que la poción rehabilitadora que se tomó Hermione durara menos de lo esperado.

- Hermione estoy preocupada por ti. Estas muy blanca y se te ve cada vez más cansada. Temo que si sigues así no tendrás fuerzas para…

- No por favor, no lo digas. Jamás le abandonare.- Solo pensar en que no pudiera ayudarle le partía el corazón.- Tengo que estar bien, por favor dime que me entiendes.

- Claro que te entiendo, como puedes pensar que no. Si le pasara algo a Harry yo…

- Lo siento Ginny, soy una desconsiderada tú también tienes que estar sufriendo lo tuyo con Harry. Es el centro del blanco de Voldemord. Él también está en grave peligro.- Todos ellos estaban en grave peligro. No se salvaría nadie si fallaban.- Te prometo que cuando salve a Draco estaremos todos juntos para conseguir vencer a ese malnacido.

- Ya lo sé no lo dude en ningún momento. Tu siempre estas para sacarnos de los problemas más graves. ¡Por el amor de Merlín eres Hermione, nuestra mandona marisabidilla!- Al final consiguió sacarle una sonrisa a su amiga.

A pesar del agotamiento de todos, la boda  tenía que continuar y allí estaban de nuevo en la carpa. Esta vez en lugar de sillas estaba llena de mesas con platos exquisitos para que todos pudieran comer. Parecía que los ánimos de los invitados aumentaban conforme se vaciaban las copas de los licores más extraños que jamás habían probado. No tardo mucho es empezar a sonar la música y las luces de la pista de baile se encendieron dejando ver a una pareja dando los primeros pasos de su primer vals como casado.

Parecía una escena de una de las películas favoritas de Hermione. Por un momento mientras miraba como bailaba la pareja dejo bolar su imaginación viendo como los rostros de los bailarines se transformaban en los de ella y Draco. ¿Cuándo llegaría ese día? ¿Llegaría?

Pero de repente los rostros de los novios volvieron a ser los que eran y no estaban felices. Estaban mirando con cara de miedo a la salida de la carpa donde unas luces verduzcas empezaban a entrar en la carpa.

Todo paso en menos de dos segundos pero a Hermione le parecieron horas, no podía ser, estaban allí en la boda, ¿Cómo se atrevían? Estropear un día tan importante, estaba claro que ningún mortifago tenía un gramo de corazón.

Tenía que reaccionar ya, la gente empezaba a correr hacia todos los lados y ella seguía allí sentada, no lo dudo y se levantó de un salto para intentar localizar a sus amigos. Allí estaba Ron estaba luchando contra una marea de gente para poder llegar a ella y no le estaba siendo fácil. A fin llego a su altura i cogiéndola de la mano empezó a tirar de ella.

- ¿Dónde están Harry y Ginny?-  Hermione se negaba a salir de allí sin ellos.

- Nos esperan en la salida de atrás del jardín.- Apenas pudo escuchar lo que le dijo pero se entendieron perfectamente.- Vámonos no podemos esperar más, debemos largarnos ya y empezar lo que tanto tiempo estábamos esperando.

Sin más dilaciones salieron lo más rápido que pudieron para reunirse con sus amigos. Una vez juntos los cuatro no dejaron perder más tiempo y cogiéndose de las manos se desaparecieron esperando poder volver algún día a esa casa donde tantos buenos momentos habían vivido.