LAPSO Girls; Instagram «Old Magcon»

081 (Narrado)

Nervios.

Eso era lo que Aylin transpiraba.

—Calmate ya.—le dije riendo.

—¿Y si Agus y Taylor no se llevan bien?—preguntó alterada.

—Si se llevarán bien. Aparte a Agus nadie le cae mal.—reí.

Ella asintió y siguió caminando por toda la cocina.

Se comportaba así desde que se entero que su hermano conocería a su novio. Si bien si era para ponerse nerviosa, Aylin era una exagerada. Siempre lo había sido. No tenía remedio.

—¿Estas segura? Porque Agustín puede ser muy jodido a veces y tal vez hoy se le da por molestar y...

—¡Basta ya! Deja de alterarte por algo que no pasó, tranquila.

Suspiró y subió al cuarto por treceava vez en la última hora. Reí y seguí amasando nuestra cena. Si, me habían puesto a cocinar a mi.

Mala idea.

Si bien amasar pasta no era muy complicado, que después tenga forma de pasta si lo era. Estire la masa en la mesada y traté de cortar finas franjas pero era inútil. Soy inútil. Al menos en la cocina.

Cuando estaba apunto de gritar de frustración, mi celular sonó. Me acerqué a la mesada, donde estaba cargando, y lo tomé con mis manos llenas de masa. Ups.

—¿Hola?—dije al contestar, sin fijarme quien me estaba llamando.

—Hi, babygirl.

—Hi, Jack. What's up?

—Nothing, I was bored.

Reí levemente y escuche como él también soltó una risita.

—Are you coming tonight? —pregunté mordiendo e mi labio inferior.

—Do you want to see me?

—Oh God, seriously?

—Come on I want to hear it.

—No, actually I don't want to see you Jack.—bromee y el soltó una carcajada.

—You are mean, baby.

Escuché como la puerta de entrada se cerraba, indicando que había llegado alguien.

—I gotta go.

Y colgué el teléfono. Les juro que puedo imaginarme a Jack en este momento, sonriendo de lado y tirando el teléfono en la cama.

God, what's happening to me?

—¿No quemaste nada?—Agus entró a la cocina, dejó las llaves sobre el microondas y se sentó en una de las banquetas.

—No.—rodee los ojos divertida.

—Todavía.—susurró.

—Encima que te estoy preparando la cena, te quejas.

—Ok, sorry, sorry.

—¿Qué? ¿Te volviste americano?

—Dejame hablar como me plazca.

—Perdón, pero es raro hablar contigo en inglés.—reí mientras seguía cortando la masa. O intentando al menos.

—Vas a rebanarte un dedo.—se burló de mi. Se levantó y camino hacia mi.—Te ayudo.—dijo tranquilo. Se colocó a mi lado y comenzó a cortar la masa conmigo.

Hablábamos de cualquier cosa y nos reíamos de todo. Me había olvidado lo que se sentía estar con este chico. No había forma de pasarla mal.

Aylin y él habían sido mis mejores amigos desde siempre. Y si bien Agus y yo salimos por un tiempo, creo que lo seguíamos siendo. Nada había cambiado. Nunca estuvimos incómodos el uno con el otro por lo que había pasado y es algo que agradezco enormemente.