LAPSO Girls; Instagram «Old Magcon»

032 (Narrado)

—Nash, deja de empujar.—se quejaba Aylin.

—No puedo ni moverme, Al. Estoy a punto de caerme.

—¿Porqué todos me llaman así? Juro que la próxima vez les cortare las pelotas.—agregó lo último en español, haciendo que riera y los demás miraran raro.

—Solo no vuelvan a decirle así si aprecian sus vidas.—aclaré y todos a sintieron, aún confundidos.

Estábamos todos amontonados en el auto de Taylor. Bueno, no todos exactamente porque no entraríamos. Nos habíamos repartido en dos autos, el de Tay y el de Cameron, quedando así 8 en cada auto, ya que en el de Cam iban dos personas más que, sinceramente, no conocía. Y estábamos realmente incómodos.

Aylin pego un grito.

—¿Quién me tocó el culo?—preguntó mirándolos a todos. Ella estaba arriba de Matt, pero el pobre no podía ni moverse por lo que dudaba que haya sido él. A su lado se encontraba Nash con Hayes en la falda y por último, Shawn y yo. En frente se encontraba Taylor y Aaron, y los demás chicos estaban en el auto de Cam.

—Yo no fui, así que no me pegues.—habló Matt rápidamente. Pobresillo.

—Never mind.—dijo mi amiga en un suspiro y se apoyó en la ventana.

Tras unos largos minutos, llegamos a la casa de Ty. Mejor dicho, la mansión de Ty. Dios mio esto era enorme.

Los chicos estacionaron y bajamos, disfrutando estirar las piernas. Vimos que el otro auto estaciona a y de ahí bajaban los chicos con Mads y Stassie. Ellas sonrieron y se acercaron a nosotras con una sonrisa. Era impresionante lo rápido que habíamos tomado confianza las unas con las otras. Eran de esa clase de personas que apenas las conoces pero sientes que lo haces de toda la vida. Es impresionante.

—Girls, quiero presentarles a alguien antes de que entremos.—dijo Stass al estar a nuestro lado.—Ellos son Sammy, mi novio,—un chico rubio teñido apareció a su lado. Era guapo, que bien, pero era novio de Stassie, que mal. Le sonreí y me devolvió el gesto.

—Un gusto, chicas. Stass me ha hablado mucho de ustedes.—habló y pasó su brazo por los hombros de su novia y la atrajo a él. Aw, van a darme diabetes.

—Y él es Skate, o Nate, o como quieran llamarlo.—un chico todo tatuado, alto y con el pelo amarrado tras su nuca se acerco. Damn.

—Un gusto, lil mama.—tomó mi mano y la beso, luego hizo lo mismo con Aylin.

—Igual, Nate.—le dije.

—Chamuyero.—susurró mi amiga, cuando el chico se fue, para que yo escuchara. Reí y negué con mi cabeza mientras caminábamos.

Entramos a la casa e instantáneamente el olor a marihuana y alcohol inundó mis fosas nasales. Seguí a las chicas entre la multitud de personas, hasta llegar a una escalera, la cual subimos y encontramos unos sillones de cuero blanco con una mesa en medio. Nos sentamos allí y, al cabo de unos segundos, ya todos teníamos botellas o tragos en nuestras manos.

—¿Bailamos chicas? —gritó Madison para ser escuchada por sobre la música.

—Tengo que estar más borracha para eso.—habló Aylin a mi lado y se tomó lo que quedaba en su botella de cerveza de un trago. Cabe aclarar que le quedaba un cuarto de botella. Y que era una botella de un litro, no de medio.

Vas a terminar en el piso, amiga.

—Acompañame a buscar otro trago.—Aylin agarró mi mano y me tironeo hasta la barra. Al llegar le dijo al barman:—Dos vodkas.