Sense Room 1

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Jung Ho Seok acababa de cumplir 5079 años y estaba casualmente de buen humor

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Jung Ho Seok acababa de cumplir 5079 años y estaba casualmente de buen humor. Era el único súcubo en la tierra que festejaba su cumpleaños y que realmente le gustaba festejar hasta altas horas de la madrugada. Al ser un demonio no envejecía, no sufría las resacas, no padecía de ojeras ni tampoco tenía la obligación de dormir, por lo que todas las mujeres caían rendidas a sus pies ante su inagotable energía a la hora de bailar y sus interminables 25 años.

Min Yoongi era todo lo contrario. Serio, masculino de rasgos muy sutiles, prefería quedarse en su casa o escuchando algún vinilo. Las once de la noche marcaban su toque de queda y en punto estaba acostado en la cama con los ojos cerrados. 11:10 terminaba por caer en los brazos de Morfeo. Su vida siempre fue así de ordenada, desde que vio cómo su madre era consumida por el alcohol y las drogas supo que no sería igual y reprimió su curiosidad en la adolescencia enfocándose en su cuerpo y en el arte. En resumen y en palabras que diría Hoseok, Yoongi era posiblemente el tipo más aburrido del mundo y lo más similar a un abuelo.

Pero tenía un solo amigo, Kim SeokJin, quien por un lado compartía muchas aficiones con el hombre de 24 años pero mentalmente 80, pero por el otro aún conservaba ese niño interior que su mejor amigo parecía mantener encerrado en el closet junto con su homosexualidad latente y reprimida.

–Yoongi... vamos a la fiesta– Rogó el de labios prominentes haciendo un pequeño puchero. – Por favor... – SeokJin no era mucho de rogarle cosas a Yoongi, bueno en realidad si ya que el otro tenía un cartel gigante en la frente que decía "NO" a menos que se tratara de alguna exposición de arte donde fueran pocas personas. Pedirle de ir a una fiesta era una locura, pero Jin no tenía todos los patos en fila después de todo. Una noche después de tomar en un evento de cultura general, Yoongi había aceptado una copa de champagne de una mesera por compromiso y se sintió en la obligación de tomarla, mientras que por su lado Jin ya estaba por la octava y a punto de sacarse la camisa y contar chistes malos a los gritos en el medio del salón, tuvieron que irse en un taxi los dos en un estado deplorable, cuando llegaron a la casa del menor quiso divertirse poniendo a prueba la cordura del tedioso menor besándolo. Sorpresa reflejo su cara cuando fue correspondido y terminó casualmente teniendo sexo con su mejor amigo aunque al otro día casi es asesinado por el mayor quien no dejaba de gritar y arrojarle con lo primero que encontraba a su paso echándolo casi desnudo de su propia casa. Fueron dos meses y medio los que SeokJin tuvo que arrastrarse casi por los suelos implorando por perdón a pesar de ser el hyung de Yoongi. Aunque en ese momento había sido bastante consentido decírselo solo complicarían las cosas pero por suerte el tema se había "solucionado" y enterrado bajo cincuenta metros bajo tierra con treinta candados –junto con la homosexualidad de Yoongi pero creo que ya se había mencionado antes–.

SeokJin había empezado a insistir con la fiesta tres meses antes, por lo que Min dedujo que sería realmente muy importante para él –Va a ir gente importante– procuraba el mayor fallando nuevamente –Voy a hacer lo que quieras por toda la semana, todo el mes, te voy a comprar comida, Min Yoongi por favor tiene que haber una forma de convencerte– dijo casi resignado cuando había llegado el día de la fiesta y su mejor amigo seguía en la misma postura que el primer día. Min miro a su amigo que parecía estar a punto de llorar y por un momento tuvo piedad, después de todo era consciente de que él no era un tipo fácil de tratar y SeokJin incluso siendo mayor que él se esforzaba realmente por mantener la amistad ya que si no hubiera sido por él y su insistencia nunca le habría hablado. – Esta bien, iremos. – Fue suficiente para que Jin saltara en el medio de la oficina, se hubiera lanzado a besar toda la cara del pelinegro si no fuera porque sabía que eso le costaría un golpe bastante doloroso en el estómago y acto seguido otros largos meses sin que éste le dirigiera la palabra. – Paso por vos a las 10. – Fue lo último que le dijo antes de correr a su casa a buscar que ponerse mientras que Min quedó mirando la nada misma pensando que su closet se encontraba lleno de conjuntos deportivos y piyamas viejos, su niño interior se preguntó cómo es que irían vestidos a aquellos lugares y pensó en ir a comprar ropa nueva. No. Elimino todo tipo de pensamiento que incluya cambios en su personalidad y estética. La imagen de su madre apareció y frunció el ceño, definitivamente no iba a cambiar ni por una sola noche. Él era como era y punto final a la cuestión, iría vestido con su único traje negro y fin.

Sense Room [YoonSeok] Two ShotWhere stories live. Discover now