Me he dado cuenta, que a pesar de que siga cayendo en este error ya he aprendido mucho, de que las cosas ya no me importan de la misma manera en que lo hacían antes, de que ya no me duele lo mismo al ver el sufrimiento de una persona; no puedo darle una honesta opinión porque pienso que se está ahogando en su propio vaso de agua, así como yo tengo mi propio vaso y mis propios problemas.
Muchas veces, me hago la pregunta del porqué no puedo enamorarme de aquellas personas que demuestran que les importa lo que a mí me pasa, que quieren saber de mis problemas y quieren ayudarme, que quieren que yo salga adelante sin importar qué; que quieren escucharme, que quieren amarme, que me ofrecen muchas cosas hermosas...
El punto es que no entiendo el por qué me siento enfrascado o embotellado, que no puedo decir lo que verdad siento y pienso no herir a otras personas.
El problema radica en que sé cuánto duele un rechazo, y no sé por qué me importa lo que le pase a ella; tal vez no quiero que pase por lo mismo que yo, porque siento que el daño que he recibido por su parte ha sido demasiado; mi corazón ya se siente marchito, muerto y fragmentado.
Ya no sé qué pensar ni que decir, simplemente quiero que todo acabe para bien o para mal.
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El reflejo de mis pensamientos.
Short Story"Un encuentro entre la realidad y los sueños"