DESTINO Y JUEGOS

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Cuando regrese a casa era ya de noche, estaba sucio y mojado por la lluvia. La servidumbre me ofreció comida, pero la rechace, mi único interés estaba en estudiar más a fondo las marcas que había visto en el cuerpo de aquel hombre. Pase toda la noche estudiando acerca de la diferente escritura que existía en cada cultura conocida desde la sumiera antigua hasta el indio inglés, pero lo único que obtuve fue una pila de libros sin respuestas.

Sin embargo después de haberme dado por vencido, encontré algo al final de uno de los viejos de la biblioteca, se trataba de un referencia que se encontraba en latín, esta decía: "Sciat responsum Enoch", que significaba "Hanoc tiene la respuesta"


La vela se estaba por apagar, mi fortaleza se había ido y el sueño me vencía, pero sabía que buscar la verdad era más importante que dormir, así que me levante y me lave el rostro para tratar de quitarme el sueño.

Unos golpes suaves en mi puerta me pusieron en alerta, y una voz dulce hablo a mi habitación, era mi madre que me había visto llegar todo empapado y cansado hace ya algunas horas.

Me pregunto porque aún estaba despierto, y de donde había llegado tan mojado. Luego de conversar un corto tiempo logre evitar que se enterase de mi escape, y que llegara a saber sobre todo ese asunto. Antes de despedirse me dio un beso y las buenas noches.

Trate de no pensar en mi madre, y lo mucho que le preocuparía mi situación, y que era lo que estaba haciendo, quizá era demasiado duro con ella, ya que nunca había cumplido su rol materno cuando fui un bebe, sino que la servidumbre fue mi familia hasta que tuve 15 años. Quizá fue eso lo que me distancio de ella, pero aun así era mi madre y le debía respeto.

A la mañana siguiente me levante tarde, y con un fuerte dolor de cabeza, como si dentro de ella una guerra hubiera estallado.

Me asome a la cocina por algo de comer, y allí sentado estaba mi padre, era raro verle, casi nunca estaba en casa. Sin embargo era mi oportunidad para hablarle de lo quería hacer con mi vida, y como era mayor quizá entendería. Sin embargo apenas me vio, me dijo:

--- Prepárate iremos a ver a los Harrister.

--- ¿Qué? --- pregunte

--- Al parecer fue víctima de un robo y fue asesinado por sus atacantes, así que iremos a su funeral. --- me dijo

Mi rostro se puso pálido al oír su apellido, no sabía cómo sobrellevar la situación, y menos que aquel hombre tuviese familia. Lo peor sucedió cuando llegamos a su residencia, no sabía cómo hacer para mantener la calma frente a todos. La conciencia me comía por dentro y las lágrimas de los parientes reunidos parecían reales, de no ser noble quizá me las hubiese creído; pero se podía oler la ambición en el aire, al igual que los interés de la esposa del difunto.

Al terminar la reunión aquella mujer se acercó a mi padre para charlar, mi padre como siempre buscaba beneficiarse, así que me mando a esperar en el salón, por alguna razón presentía que algo no andaba bien. Luego de algunas horas yo seguía aburrido en mi asiento.

Lo peor cosa que se le puede pedir a alguien era esperar, así que me levante y sali a caminar por los jardines, donde quizá pudiera encontrar algo que matara mi aburrimiento.

Era una mañana extraña, parecía que todo a mí alrededor se movía a mi paso, los arboles de diversos colores, el viento soplaba suave, y había animales exóticos caminando a mi alrrededor, era algo hermoso. Con algo de cuidado me acerque a la fuente y me quede viendo mi reflejo, como si tratara de estudiar mi conciencia y la profundidad de mi ser. En medio de aquellos pensamientos, otro rostro apareció en el agua, y era lo más hermoso que había visto.

Legión de caídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora