Capitulo 1 "Un crimen frances"

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El ruido de las ruedas del carruaje retumbando en mi cerebro, ciertamente ese ruido, aunque molesto para muchos,  a mi me causa una gran reaccion de estimulos, lo que me permite pensar y razonar mucho mejor.

Bien, dejemos de hablar sobre mi, y recapitulemos, hace unos dias aparecio, en un callejon de las calles de Londres, el cadaver en descomposicion de la esposa de un diplomatico frances.
Watson y yo fuimos a notificarle sobre la muerte de su esposa, y ante ojos normales, el señor diplomatico parecia sufrido por la perdida de su mujer, pero ante los mios, no; note como se le formo una cara inexpresiva apenas le avisamos del fallecimiento de su señora, es decir, tardo unos segundos en pensar como reaccionar, algo que la gente no nota y no saben es que ellos mismos se delatan cuando mienten, al señor frances se le formaron pequeñas venas alrededor de su frente, el ceño se le fruncio, sus pupilas se volvieron mas pequeñas y luego se dilataron, todas señales de concentracion, para saber como reaccionar para no parecer desalmado; esto me dio dos posibilidades, la primera, el sujeto esta siempre ocupado y nunca le presto atencion a su "amada" esposa, o su matrimonio solo fue por asuntos politicos y diplomaticos, lo que da a entender que nunca se amaron y nunca se amarian.

Cuando termino su actuacion como esposo sufrido, pedi que me dijieran el nombre del sujeto que maneja su carruaje, ¿Por que?, simple, la mujer aparecio bastante alejada del hotel donde se hospedaban, y como ella era una mujer fina, dudo que ensuciaria sus costosas ropas con el ambiente y la lluvia que caia en Londres el dia de su muerte, por lo que viajaba en carruaje.

El conductor era frances, obviamente, y se llamamaba Adrien Lagmet.
Ahora volvemos en el presente frente al edificio donde residia Adrien en Paris, la policia londinense se encargo de avisarle a la parisina que me encontraria alli dentro de unos dias, Watson decidio quedarse en Londres para continuar la investigacion alla y de paso tener sexo salvaje con su prometida, todo seria facil de no ser por la anciana y amargada portera del edificio.
-¡Vayase de aqui! Usted tiene cara de sin verguenza. Con esas pintas, de traje y con cara de estafador-
No odio el acento frances, a menos que una vieja amargada me este criticando con ese acento y voz chillona.
-Madame si quiere corroborar que estoy en una investigacion policial vaya a la estacion y averiguelo usted misma- dije con toda la amabilidad posible
-¡No me voy a ir de aqui, porque de seguro entrara y aprovechara para robarle a los inquilinos!- chillo.

El lugar era lujoso seguro se lo pagaban los jefes, por lo que eh oido los conductores de carruajes no ganan muy bien.
Aproveche nuestra "preciosa" conversacion para analizarla, pude notar que le tiene gran afecto a los habitantes del edificio y ellos le tenian un gran cariño a ella, ya que tenia varias joyas muy costosas, imposible de pagarlas con un sueldo de portera; pense y pense hasta que se me ocurrio un plan y lo puse en marcha.
-Disculpe que interrumpa nuestra "preciada" charla, pero deberiamos hacernos a un lado, ya que detras de usted viene un señor con bastante prisa-
En cuanto volteo le di comienzo a mi plan, aproveche para darle un golpe certero en el cuello, donde tenia la mayoria de las arrugas y la piel caida, la anciana quedo inconsiente y la atrape antes de que tocara el suelo.
- Que molestia- dije y la arrastre hasta el sotano del edificio, ya que ahi estaba mi objetivo y porque nadie la encontraria.

Adrien vivia en un pequeño departamento en el sotano, abri la puerta con mi ganzua. Lentamente se abria y dejo ver a mis ojos un lugar completamente desabitado, nadie habia vivido alli hace bastante tiempo.
Empeze a pasearme por el pequeño departamento estudiando y analizando pequeños detalles que respondieran mis preguntas, las cuales eran ¿Como era Adrien?¿Quien era Adrien?¿Que clase de mente tenia Adrien?.
Despues de un tiempo, me pare en el medio de la habitacion y empeze a analizar varias cosas que me parecieron posibles pistas, y ahi lo senti una pequeña corriente de aire que provenia desde la pared, me acerque y observe, vi una pequela diferencia de color en la pared, una ya tenia rasgos de haber estado alli desde que el edificio se construyo, mientras que la otra parecia recien construida.
Meti mis dedos en la pequeña abertura, donde provenia la corriente de aire, y tire. La pared cayo como si de una casa echa de cartas se tratara, y dejo ver otro cadaver, ¿Quien? aun no lo se, posiblemente Adrien, pero ¿Quien seria tan cruel para matar a un joven entre 23 y 28 años deformandole la cara por completo?, la mandibula la tenia hundida en el fondo, al igual que las fosas nazales.
De echo creo que ya encontre el arma homicida, volvi a un pequeño aparador que se encontraba en la entrada, y mire con mucha atencion la puntiaguda esquina que tenia el mueble, y alli se encontraba una pequeña, casi indectectable, mancha de sangre seca; al parecer lucho contra la victima, y como golpe final choco su cabeza repetidas veces contra esta puntiaguda esquina, despues limpio todo el desastre, y construyo con gran destreza una pared para esconder el cuerpo.
Pero me faltaba algo, averiguar quien era ese misterioso cadaver, y ¿Que hacia en el departamento del misterioso Adrien?; todas mis dudas se resolvieron cuando vi sobre el aparador una pequeña caja, abri la caja y encontre dos fotos, en una se encontraba el señor Adrien, supongo que era el pues estas fotos se encontraba en su residencia, con, al parecer, su familia, una numerosa familia, y en la otra era el en un orgia, todas mujeres desnudas alrededor de el, al parecer era un adicto al sexo, aunque por su apariencia fisica, delgado y pequeño, 1,65 aproximadamente, y otros factores mas, deduci que aunque estaba rodeado de bellas prostitutas, el joven era inexperto y bastante precoz. Pude comparar las fotos con el cadaver que se encontraba en el hogar de Adrien, y efectivamente Adrien estaba tiezo frente a mi.
Sali del edificio y fui al departamento de la policia parisina, a dar aviso sobre Adrien y su muerte.

HolmesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora