•Emergencia

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Baekhyun llegó a casa cansado, realmente estresado por el día que tuvo y con un gran apetito. Esperaba comer un poco de la deliciosa comida de su esposo y recostarse junto a este en su largo sofá a descansar. Sin embargo, sus planes se arruinaron al encontrar una nota en el refrigerador con la desordenada caligrafía del susodicho.

"Salí. Prepárate algo de comer"

Sus ojos se abrieron por un segundo al analizar el contenido de esa nota, impactado por su brusquedad. Inconscientemente hizo un puchero, haciendo memoria para saber si hizo algo malo hacia su esposo, ya que esta era la séptima vez que podía llegar a casa temprano y no lo encontraba. Desde la semana pasada, este estaba actuando raro, evadiéndolo la mayoría del tiempo y rechazando sus caricias sin disimulo.

Buscó en la alacena algo enlatado, debido a su vasta experiencia en la cocina, consiguiendo una lata de atún y algunos fideos. Luego se dirigió a la sala a ver una serie mientras esperaba. Miró la hora en el reloj de la pared mientras se limpiaba la boca. Ya era demasiado tarde y el alto no había vuelto. Buscó en su teléfono el contacto y decidió llamarlo. Chanyeol tendría que recompensarle todos esos desplantes con muchos besos y dulces si quería que lo perdonara.

- ¿Hola?- La voz de una mujer lo alertó en esos instantes. Su mano tembló por unos segundos antes de decidir abrir su boca.

- ¿Quién eres? ¿Dónde está mi esposo?

- ¿Ahora mismo? Revolcándose en el suelo junto a otro hombre-

- ¡¿Qué?!

- Mejor venga por él, están haciendo estragos en mi bar- Al fondo de la llamada se escuchaban gritos y cosas rompiéndose. Baekhyun se estremeció.

- ¿Bar?- Levantó una ceja- Chanyeol nunca iría a un bar.

- No me interesa lo que piense de su esposo, ya he escuchado eso muchas veces... ¿Va a venir o no?

Luego de escuchar la dirección, salió de casa bastante abrigado y entró a su auto. Manejó lo más rápido que pudo hasta llegar a aquel lugar. Era un sitio de mala muerte que nunca creyó que pisaría ni en sus más remotos sueños. Entró rápidamente y no tardó en encontrar a su esposo orejón golpeando una botella de vidrio contra la barra. Se asustó levemente al principio, pero luego de unos segundos en shock, se acercó  para detener la pelea.

- ¡Chanyeol! - Llamó, metiéndose entre los cuerpos de los testigos del pleito- ¡Park Chanyeol!

El susodicho pareció reconocer su voz y giró un poco la cara. El tipo al que tenía agarrado por el cuello aprovechó ese momento para zafarse y huir. El hombre embarazado se acercó al alto, mirando fijamente las manos ensangrentadas y estirando las suyas para tomarlas con cuidado.

- ¿Qué rayos estás haciendo, idiota?- Baekhyun odiaba estar tan sensible. Varias lágrimas ya se acumulaban en sus párpados mientras jalaba al menor a su lado, tratando de protegerlo- ¡M-Me tenías preocupado! ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Por qué no te quedaste en casa?

Sumergió su cara en el pecho sudado del hombre, apretando fuertemente su cintura con sus manos. Lo único que los separaba era su abultado vientre.

- Vamos al auto- Ordenó separándose y mirando el rostro inexpresivo de su pareja.

- Alguien debe pagar la cuenta- La voz de la mujer con la que habló por teléfono se escuchó detrás de la barra. Baekhyun le dio un empujoncito al alto para que hiciese su camino al automóvil y se acercó a la mujer para arreglar cuentas.

Cuando se subió al auto, un poco más calmado y sin lágrimas de por medio, miró a su marido en el asiento copiloto, con la mirada perdida en la calle y la ropa desgarrada. Encendió el auto sin decir una palabra, esperando que el pelinegro empezara la conversación, sin embargo, pasados unos minutos, no se animaba a decir nada, por lo que Baekhyun habló.

Sweet Lies [ChanBaek] [M-preg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora