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La brisa marina la sentía sobre sus cabellos azules ahora desordenados, a pesar de estar lo mas abrigado posible, con una capucha y un gorro en su cabeza, el viento seguía desafiándolo despeinando los cabellos de su frente.

— Ya vámonos a casa –pidió al hombre a su lado. Tenía frío y estaba asustado.

— ¿Ya quieres irte? –pregunto sin creerlo, sabía que el mas joven era asustadizo pero hoy al verlo tan decidido en acompañarlo pensó que de verdad iba a ayudar a la causa– mira nadie te obligó a venir, te dije que debías quedarte con tus padres.

— Pero toda la banda iba a-.

— 2-D –lo interrumpió al tan solo escucharlo – ¿Viniste solo por eso?.

El menor se quedó en silencio y  viendo sus botas se sintió como si fuera la persona mas tonta del mundo. Habian muchas personas luchando por la "causa" arriesgando sus vidas, arriesgando sus pasantías para convertirse en marginados, había un montón de personas que ahora dedicaban su vida para pelear en lo que creían, mientras él estaba en medio del campo de batalla porque no quería que sus amigos lo juzgaran.

— Si serás imbécil.

Bueno decir campo de batalla era un poco exagerado, pero lo demás no, habían muchas personas que al escuchar el proyecto de “las ciudades celestiales” se habían opuesto rotundamente. A 2-D en realidad no le parecía una idea tan absurda, después de todo la calidad del aire era un asco y subir la atmósfera con estas ciudades  parecía la mejor opción, era algo que tenia sentido, aunque las ideas de la oposición igual las tenían. El proyecto de estas ciudades era preservar la especie humana, pero hay que ser sinceros, era un secreto a voces que no toda la población iba a ser  beneficiada con un pase a la salvación y ni hablar de los animales. Estar en contra de este proyecto igual tenía sentido. Y ahí era donde estaba Stu en el medio como espectador, o eso era hasta que sus amigos que siempre habían estado en parte de la oposición se les ocurriera unirse a una de las campañas creadas por los artistas del sector, llenar de posters y afiches los lugares más importantes de la región, no era algo tan extremo, sin embargo 2-D sentía el miedo y la adrenalina mas fuertes que nunca.

— Ven aquí –llamó su acompañante de delito y 2-D sin entender hizo caso y avanzó tres pasos hasta él, aun con la cabeza gacha– tus afiches –dijo con un tono que parecía molesto– pasame tus afiches.

— Pero-.

— ¿Quieres hacer esto? –El joven de pelo azúl negó lentamente mientras jugaba con sus manos nervioso para no levantar la vista y ver aquellos ojos que seguro iban a juzgarlo con desaprobación, no le había visto negar con la cabeza pero de seguro ya lo habia hecho– entonces pasame los afiches.

— Murdoc –susurró el chico.

— Él no se va a enojar D –palmeo el hombro de su amigo– ninguno lo iba a hacer si no decidías unirte, te conocemos, sabemos que no te gusta involucrarte en el meollo de las cosas y que eres un gato asustadizo –Agregó el baterista con una risa burlona.

— Oye –se quejó, sin embargo tenía una enorme sonrisa. Russ tenía razón, ellos eran sus amigos, compañeros de banda, se conocían hace bastante que ya eran casi como una familia, ellos jamás lo hubieran visto mal por su decisión o lo hubieran dejado solo por no pensar de la misma forma.

— Ya pasame esos afiches –le quitó la mochila sin previo aviso – y quedate aquí, vendré por ti cuando terminé.

2-D sin decir nada pero con una sonrisa en sus labios asintió y se sentó en la arena viendo como su amigo se escabullía a la playa contigua. Pero su sonrisa se borró al darse cuenta de que ahora estaba solo.

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⏰ Última actualización: Jun 10, 2018 ⏰

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