La disciplina de Andrea

13.La pelea

Después de que la profesora me azotara veinte veces con una regla de madera sonó el timbre. Justo cuando me ponía bien mis braguitas y mi falda, Megan empezó como siempre a meterse conmigo.

-Lo peor no es este castigo Andreita sino el que viene del ogro de tu tutora.

-Con la señora Sullivan no te metas.-Dije seriamente.

-Vaya ¿defiendes a la bruja de este internado? Quién eres tú y qué has hecho con Andrea.

-Te lo advierto, no estoy para tonterías, ella es mi tutora y debo respetarla y tú como alumna de este internado también, o ¿es que acaso ya te olvidaste del castigo por chivata? ¿Tantas ganas tienes de llevarte otro?

-Jajajajaja admito que lo pasé mal con ese castigo pero eso no me impide ser la misma Megan de siempre, me meteré contigo y con todo lo que esté a tu alrededor, soy tu enemiga y pienso destruirte.

-Conmigo no podrás. -Dije sonriendo.

-No.... pero... con la estúpida de tu tutora sí.

No lo aguanté más y le solté una bofetada.

-Pero ¿qué haces idiota?

-¡Te dije que no volvieras a meterte con la señora Sullivan!

-¡Eres una mocosa!

Rápidamente me dio una cachetada y yo me abalancé hacia ella, le pegué un puñetazo en la nariz con todas mis ganas, nos caímos al suelo y encima suya empecé a darle puñetazos donde podía mientras sus manos intentaban aguantar las mías. Estaba furiosa, en mi mente sólo estaba la imagen de la señora Sullivan y sólo quería protegerla de todos.

Noté como unas manos me agarraban fuertemente y tiraban de mí. Me estaban haciendo daño y no tuve más remedio que parar.

-¿Se puede saber que haces Andrea?-Dijo Sonia alterada.

-Esta imbécil se metió conmigo.

-¡Eres una salvaje!¡Mira como me has dejado! Gritó Megan llorando con la cara ensangrentada y un ojo morado.

-¿Sabes que esto tiene consecuencias no Andrea?-Dijo Sonia seria.

-Sí, pero esa aprenderá a respetarme así que me dan igual las consecuencias.

-Veo que no te arrepientes. Muy bien ,bájate las bragas ¡ya!

-¿Qué? ¿Me vas a castigar tú...?

-Sí, claro, tengo derecho, soy profesora aunque no sea tu tutora. No tardes o será peor.

Me bajé las bragas de mala gana y me coloqué en la mesa boca abajo, escuché cómo Sonia se quitaba el cinturón.

-Tú misma me das las alas para castigarte, sigue portándote así y yo podré castigarte siempre que quiera. -Dijo Sonia burlándose.

Yo no dije nada simplemente lo aguanté, no quería que el castigo fuese peor, en mi mente sólo pensaba en Hellen, en lo que pasaría cuando se entere de esto, tenía pavor.

¡Zas! Cuéntalos en alto Andrea, me gusta oír tu voz temblorosa y jadeante.

-Uno.

¡Zas! Dos. Apreté mis puños con fuerzas, me estaba dando con todas sus ganas, se notaba su odio hacia mí en cada golpe que me propinaba. Pero iba a ser fuerte y no iba ni a gritar ni a llorar, no iba a darle ese gusto.

¡Zas! Tres.

-Vaya estás aguantando bien, a ver si lo aguantas ahora Andreita.

¡Zas!¡Zas!¡Zas! El dolor se me hizo intenso, casi estuve a punto de gritar.

¡Cinco!

-Jódete Andrea- Dijo Megan quien estaba viendo mi castigo.

No pude ni contestarle a eso, era más fuerte el dolor que la rabia.

¡Zas!¡Zas!¡Zas!¡Zas!¡Zas!¡Zas!¡Zas!¡Zas!¡Zas!

Todos seguidos, perdí la cuenta y ella empezó otra vez hasta cincuenta.

Cuando terminó y se hubieron marchado a la enfermería yo me quedé recostada en la mesa, descansando y jadeando, como si hubiera estado un minuto y medio bajo el agua aguantando sin respirar. Tenía la cara colorada y sudada y mi culo bueno... pues como siempre, últimamente se me hacia normal tenerlo castigado.

Después de un pequeño rato, cobré la compostura, me subí las braguitas a pesar del dolor y quise ir a mi habitación. Me tumbé a descansar, tenía sueño. Estudiaría más tarde...