𝒅𝒐𝒔 ━ esperanzas rotas y renovadas.

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CHAPTER TWO

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Aliayah dobló la carta con cuidado, y la ató a la pata de su lechuza que inmediatamente emprendió vuelo hacia su destinatario. Cerró la ventana, apoyando su frente en ella para sostenerse del golpe de realidad.

La lluvia de la tarde trajo consigo un aire nostálgico, el sol ocultándose a la llegada del atardecer. Se acomodó en su cama, con la mente en blanco. Estaban en medio de una guerra que podría acabar con su libertad, y tenía que comenzar a planear su futuro desde cero si quería salir con vida de esto.

Miró el techo de su habitación, y se sorprendió de lo rápido que cambiaban sus emociones porque ahora estaba enojada.

La ansiedad revoloteaba en su estómago, su familia no estaba en una buena posición en estos momentos, no para ella, y las historias de gloria y poder que cierto hombre se encargó de contar se estaban empañando con la sangre de sus víctimas en una realidad más cruda de lo que imaginaron.

Dando un suspiro tembloroso, se sentó mirando la pared de enfrente, que parecía acercarse cada vez que parpadeaba. Enumeró sus respiraciones para calmar las náuseas, y enterró la cara en sus manos, aún sin ningún pensamiento de relevancia para descubrir cómo manejar la situación.

Estaba sola. Estaba segura que sus padres se molestarían por su estado, su hermano evitaba el contacto con ella desde que tuvieron una desagradable conversación que involucró gritos y puntos de vista que no eran necesarios de recordar.

James tampoco estaba aquí, conociéndolo probablemente ya devolvió su lechuza sin siquiera leer la carta. Como si él tuviera derecho a guardar rencor, pensó Aliayah.

Aunque ahora se preguntaba si llegó a conocerlo realmente, o si idealizó al chico para que fuera lo que ella quería. Después de todo, estaba segura que fue usada para olvidar a otra mujer. Hizo una mueca, el sólo pensamiento era repugnante.

Caminó hasta la cocina para tomar un vaso de agua, esperando que milagrosamente arreglara sus males. La casa se sentía diferente, y por un momento dudó si todo esto fue real o no era más que un mal sueño.

¿Por qué no fue suficientemente digna para él? ¿Fue algo que dijo? ¿O quizás algo que hizo?

Tratando de engañarse a sí misma, buscando algo en sus recuerdos, algo que fuera una pista de su comportamiento hacia ella, algo que pudiera haberla preparado para esto. 

Se perdió en los recuerdos que parecían más agrio de lo que recordaba, el eco de sus risas era menos fuerte, y los tonos de su ropa eran poco coloridos. Discretamente se preguntó si siempre fue así, si su historia estaba destinada a oxidarse con el pasar de los años, antes de que cualquiera lo notara. 

Cualquiera no, pensó, él lo sabía.

De cualquier manera, pensar en James ya no era un lujo que podía darse, tenía cosas más importantes de las que ocupar su mente. Incluso si todavía quedaba un rastro de sus sentimientos por él, su disgusto y rencor estaban vivos, y se reflejaban con mayor luz que el amor.

Subiendo los pies a la encimera junto al fregadero, miró la ventana, ahí fuera existía un mundo entero que podría explorar, ella y su hijo por nacer. La vida no se acaba cuando James decidió terminar, ni cuando su hermano le gritó hasta que le dolió la garganta, ni siquiera cuando el señor oscuro quiso conquistar el mundo. Podría seguir viviendo, y lo haría, porque ahora alguien la necesitaba. 

—Te prometo que cuando nos conozcamos, te compraré mucha ropa y juguetes. 

Su voz sonaba ahogada, el estrés de las últimas semanas empezaba a elevarse hasta la superficie, y decidió dejarlo ir.

Permitiendo que las emociones negativas tomaran control sobre ella, respiro temblorosamente, las lágrimas arrastrándose una a una por sus mejillas.

Estaría bien. Tenía que serlo.

❛always❜ james potter ✧ regulus black |PRÓXIMAMENTE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora