narra richie;
Era el primer día de las vacaciones de verano.
Eddie y yo vivíamos cerca, y siempre íbamos juntos en el camino.
Hacía calor, mucho calor; se podrían ver las mejillas de Eddie sonrojadas.
Era precioso. Me quedé observando su delicado rostro durante unos minutos.
–Richie, vamos? – dijo interrumpiendo mi bonito momento, y haciendome sonrojar.
–Que? Claro, si...esto...– me di la vuelta para que no viera mi rostro sonrojado –Vete yendo, ahora...voy.
Hizo una mueca y se dio la vuelta.
–Está bien, pero si te pasa algo ya sabes que puedes contar conmigo.
No le vi, pero noté que sonreía.
Sonreí de vuelta.
Joder, le quería tanto.