LAZOS

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Por la posición del sol podía deducir que aún era medio día

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Por la posición del sol podía deducir que aún era medio día. El cálido viento movía maliciosamente sus cabellos de fuego. Su vista se mantenía fija en el camino, mientras trataba de entender lo que fuera que su hermano quería decirle.

-Me pregunto, ¿Qué clase de tortura te haría Temari por hablar con la boca llena?- Sus ojos Aqua se dirigieron hacia el maestro de las marionetas, después de soltar ese comentario. En el rostro de Kankuro apareció una mueca de dolor al tratar de engullir lo que hasta en esos momentos mantenía en su boca.

-Ella no me hará nada porque no está aquí- En el rostro de Kankuro una nueva mueca apareció recordando como la princesa de los vientos podía ser tan problemática como bien lo decía Shikamaru Nara, el temperamento de su hermana mayor era uno de los peores que jamás en su vida había conocido y sólo era menguado con aquella despreocupada y holgazana forma de ser del líder del Clan Nara- Además somos hombres independientes, ¡podemos hacer lo que se nos antoje y si a mi se me antoja hablar con la boca llena lo haré!

A Gaara le pareció ver por un momento alguna clase de destello malicioso en los ojos del marionetista. Frunció el ceño levemente tratando de entender un poco la mentalidad casi "infantil" de quien se supone era su hermano mayor. Era cierto que desde que Temari había hecho su vida, ellos se habían quedado solos en casa y para Kankuro fue una total oportunidad de revelación <<Tonto>> si Temari no estaba eso significaba que podía hacer lo que quisiera sin tener represalias o dar explicaciones por lo ocurrido, era completamente libre o eso creía hasta que la realidad le dio un golpe en la nariz. Más bien fue Gaara, quien exigió de él una actitud más madura como buen shinobi que era. El hecho de que su hermana ya no viviera con ellos no significaba que harían lo que mejor les viniera en gana, en la casa habían reglas que debían acatarce y Kankuro parecía hacer caso omiso a ellas. Hubiera seguido así de no ser porque Gaara le había amenazado diciendo que, destruiría su colección de marionetas si no cambiaba esa actitud. El marionetista había tratado de "comportarse" de la mejor manera posible, aunque le resultará difícil.

- El ser alguien independiente no significa que puedas hacer lo que quieras. Además si me preguntas, lo que hacías se me hace algo asqueroso y una verdadera falta de respeto- Dicho esto Gaara volvió su vista al camino.

-Pero...

-Pero nada- Contestó tajante el pelirrojo ante la réplica de su hermano.

Las puertas de la aldea de la Hoja podían divisarse a unos cincuenta metros. Y con ellas una pequeña comitiva que había asistido para recibirle. Podía reconocer fácilmente a la persona que agitaba la mano con desdén, y es que ese peinado de Tazón, ojos redondos, cejas extremadamente pobladas y el traje de spandex verde eran inconfundibles. El discípulo de Gai-Sensei sonreía de oreja a oreja, junto a él una castaña con peinado de panda quien negaba avergonzada de la actitud eufórica de su compañero, aguantando claramente las ganas de golpear a la bestia verde de Konoha por respeto al Kazekage y a sus hermanos. Mientras a lado de ellos se encontraba una rubia de coletas que avanzó los escasos metros que la separaban de sus pequeños hermanos.

DESEO TENERTE: Un espejismo en la ArenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora