Basada en los personajes y la historia de mi fic "Diecisiete". Es recomendable (aunque no imprescindible) leer antes este fic para entender muchas cosas, situarse y conocer los personajes.
Este Shot tiene lugar tres años después de que Diecisiete y Ruby se trasladaran a las islas del MIR. Blake tiene doce años, Auri tiene ocho y Silvan, tres.
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.:: RETAZOS DE UNA METAMORFOSIS ::.
Capítulo IV: Impotencia
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Era de noche, las tres de la mañana, y la enorme casa de tres pisos se hallaba a oscuras.
En la segunda planta, la de los dormitorios, existía una mezcla de calma y desasosiego. Dos de ellos estaban ocupados por sus respectivos dueños, que dormían apacible y profundamente. Aquel día habían tardado en acostarse bastante más de lo normal, pero el cansancio les había vencido finalmente. Y además no habían sido capaces de luchar contra la voluntad de su padre. Auri, había terminado siendo depositada, dormida ya, en las cálidas cobijas de su cama por el mismo Diecisiete pero Blake no había sido capaz de conciliar el sueño hasta que hubo conversado con su padre un rato.
Esa noche el sentido de la responsabilidad de Blake había actuado en contra de su somnolencia. Y no era para menos. Silvan estaba enfermo y esa noche, precisamente la última de Diecisiete con su familia antes de regresar a la isla y reincorporarse al trabajo tras un breve periodo vacacional, el pequeño había empeorado. De modo que tanto Auri como Blake tardaron en sucumbir al sueño sabiendo al más pequeño pasándolo mal.
Cuando cayeron dormidos, Diecisiete les contempló desde el vano de la puerta de sus respectivas habitaciones. Pero ni siquiera el sube y baja plácido de sus pechos lograba tranquilizarle esa noche.
De modo que, tras asegurarse de que no se despertaban, se dirigió a la habitación de Silvan, más cercana a la que él compartía con Ruby.
Una infección en la garganta había hecho que el pequeño pasara los dos últimos días con fiebre. Pero esa noche, precisamente la que Diecisiete tenía que regresar a la isla principal de la reserva del MIR, Silvan había empeorado.
El termómetro había llegado a indicar 40 grados y 2 décimas. Y cuando Diecisiete entró en el cuarto, iluminado levemente por una luz de compañía, Ruby aún intentaba desesperada bajar esa temperatura con compresas frías. El niño yacía cubierto sólo por la ropa interior y sobre las sábanas de la cama empapadas de sudor, respirando con dificultad. Deliraba en sueños y sus finas cejas se fruncían en una expresión de sufrimiento.
El timbre de la puerta sonó en aquel instante.
—Deben ser los de urgencias. Iré a abrir —musitó Ruby.
Se levantó con la mirada perdida, colocando su cabello tras las orejas en un gesto nervioso, agotada y luciendo una expresión de terrible preocupación en el rostro.
Diecisiete nada le dijo cuando la miró abandonar la estancia a paso rápido. Tampoco se movió del lugar que había estado ocupando desde que entró en la alcoba: de pie a los pies de aquella cama. Escuchó entonces gimotear al pequeño, y le vió revolverse en sueños febriles. Silvan emitió un sonido parecido al llanto de un gatito, y el androide frunció el ceño aún más. Incapaz de contenerse por más tiempo, se acercó hasta el borde de la cama y tomó asiento junto a él.
40.3ºC fue la temperatura que su radar detectó en la piel del niño. El androide resopló y se llevó las manos a la cabeza en un gesto de desesperación. Apartó gentilmente el flequillo mojado de la frente del pequeño, y Silvan buscó, con su carita y de forma inconsciente, la temperatura de la piel de su padre, fresca en comparación a la propia. Diecisiete entornó los ojos al ver esto y mantuvo la mano pegada a su frente.
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Retazos de una metamorfosis
FanfictionAntología de one shots autoconclusivos que representarán, cada uno de ellos, un fragmento de la vida de Diecisiete y su familia. Se recomienda la lectura previa del fic Diecisiete, en el que se narra la evolución del androide durante su vida, aunque...