Sonrisas, el niño que vive al final de la cuadra, en su habitación al final del pasillo, y duerme al lado de la ventana.
Porque él sale cada noche a admirar a Luna con una sonrisa tan blanca y brillante como las estrellas.
Sonrisas, quien con una gran sonrisa demuestra que es felíz cada que ve a Luna, y quien llora cuando llega la noche que no la ve, pero con su sonrisa rota es que la espera.
Él llega cada día a su salón con su radiante dentadura y sus chispeantes ojos, esperando un tranquilo día para dar paso a una bella noche.
Sonrisas, el niño que ve las burlas de sus compañeros diciendo lo tonta que es la Luna, tan redonda y tan blanca.
Pero él mantiene su sonrisa, no importa si los ojos pican porque ama tanto a la Luna, pero se siente tan roto y sus labios tiemblan.
Sonrisas ya no es sonrisas.
Luna presenciaba todos los días Sonrisas, que le sonreía cada que se veían.
Luna ya no ve Sonrisas.
Los días pasan y las nubes no dejan ver la luna.
Hoy el niño que vivia al final de la cuadra con su habitación al final del pasillo ha salido a su ventana y no pudo ver la luna sino el pavimento que le recibió al final de su caida.
Una nota en su escritorio: "Un mundo sin Luna es un mundo en el que no quiero vivir"
Otra nota con un "Un mundo sin Sonrisas es un mundo en el que no puedo vivir" se encontraba entre los brazos de una inconsolable madre de otra niña que también había buscado consuelo en el pavimento.
Los padres lloran por los sueños de niños inocentes que no se podrán cumplir y aquellos que acosaban a Sonrisas por sonreir cada que veia a Luna su vecina y compañera de clases, los niños que rompieron a Sonrisas mediante golpes e insultos por defender a Luna; hoy le piden perdón al mundo porque también apagaron a Sol hermana de Luna.
Luna, Sol y Sonrisas.
Hoy el mundo llora su perdida, pide perdón y hace la promesa de no perder a Cielo.Los años pasan y la contaminación no ha parado.
Las promesas se pueden romper y la oscuridad ha llegado para quedarse.
Un mundo sin sonrisas no es un mundo en el que quiero vivir.