Harry abrió los ojos. No sabía dónde estaba ni recordaba nada de nada. Se suponía que la gente tenía recuerdos, ¿no?
Solo recordaba una única cosa, su nombre, Harry James Potter, aunque todo el mundo le llamaba Harry Potter.
Miró hacia los lados.
Estaba en lo que parecía una habitación.
A su lado había una cama no demasiado grande, del tamaño de la parte de abajo de una litera, encima de esta una ventana coronaba la habitación.
Se asomó a ella y descubrió un campo de entrenamiento donde jóvenes de su edad saltaban, corrian, se colgaban... Un profesor con cara de amargado los vigilaba.
Volvió la vista a la habitación. Había un espejo justo en frente de la cama y Harry se acercó a él.
Un chico delgaducho y pálido con el pelo negro azabache, ojos verdes esmeralda y una cicatriz en forma de rayo en la frente de devolvió la mirada.
Se tocó la curiosa cicatriz y sintió como electricidad corriendo de esta a sus dedos. ¿Por qué tenía esa cicatriz? Sabía que tenía que saberlo pero no lo recordaba.
Miró su ropa y se encontró vestido con unos vaqueros de su talla, ¿por qué le extrañaba?, algo rasgados, una camiseta del color de sus ojos, una chaqueta gris clara y unas deportivas verdes.
Miró el resto de la habitación.
Un armario y una lámpara de noche.
Alguien llamó a la puerta.
Harry camino con paso inseguro hasta la puerta preguntándose si estaba en el sitio que tenía que estar o si estaba en un buen lio.
Abrió la puerta y un chico rubio con el pelo peinado en tupé, ojos azules y una sonrisa maligna le miraba con las cejas levantadas.
-El director me manda a buscarte, Potter - dijo mirando a Harry con algo de asco - ¿se puede saber porque no has ido a clase?
Harry frunció el ceño.
-¿Y tú quién eres? - preguntó.
El chico frunció el ceño.
-¿Una nueva escusa para no ir a clase? - preguntó ironíco - ¿ahora sufres amnesia? Vamos Potter. Siempre estás igual. Soy Stephen Dublay. Tu compañero de al lado.
Lo dijo con cara de asco. Harry tenía una cosa clara: ese chico era estupido de narices.
-¿Piensas quedarte ahí todo el día? - le dijo.
Harry se volvió hacia él y le sonrió ironicamente.
-Ni en tus sueños - dijo antes de salir y cerrar la puerta tras él.
Bajaron sin dirigirse la palabra tres pisos en escaleras. El chico parecía estar esperando a llegar abajo.
El edificio era blanco y tenía dos pisos en habitaciones para alumnos y uno para las clases.
Por lo visto estaba en un colegio de verano para niños problemáticos o con demasiadas materias suspendidas. El colgio de verano FDNP, o colegio Fin De los Niños
Problemáticos.Allí cuando hacías mal un examen entrenabas físicamente hasta que te desmayabas.
El profesor y director se encargaba personalmente de ello, el señor Clavery.
Llegaron a los terrenos donde un chico moreno y bajito acababa de caerse al suelo al tropezar con una de las ruedas por las que estaba corriendo.
Cuando se levantó Harry pudo ver su rostro lleno de cortes y sus piernas con muchas quemaduras de caer al suelo de golpe.
Un hombre alto y fuerte, de ojos negros y malvados y pelo negro se acercó a él con rostro enfadado.
-Cien flexiones y diez vueltas al colegio por tu torpeza - decreto - otras diez vueltas y cincuenta abdominales por quedarte tanto rato parado.
El chico salió lo más deprisa que pudo y con la mirada dolida y medio pérdida hacia dónde más adolescentes hacían flexiones.
Stephen se acercó al profesor y conversó un rato con él.
Después el chico creido se quedo un rato mirando a una chica castaña y de ojos azules que no paraba de hacer flexiones con dificultades.
En ese momento Harry recordó un nombre y una sonrisa, la de Ginny Weasley la chica que quería. La sonrisa se fue de su mente pero el nombre se quedo con mucha fuerza.
-¿Qué ha hecho? - escucho que decía Stephen al profesor.
-Incumplir la norma de respeto al profesor - dijo este - elige bien a quién salvas del castigo.
El chico sonrió maliciosamente.
-Dele treinta segundos de descanso y después le cuento - dijo.
El profesor parecía resignado pero dijo:
-Madison tiene treinta segundos de descanso - dijo.
Stephen se acercó a ella con la cabeza alta y mirándola sonriendo.
La chica había caído sobre la colchoneta y Stephen le tendió la mano. Ella la miró dudosa y al final la acepto.
Stephen la levantó de un tirón y la dejo a escasos centímetros de su cara.
-Si quieres salvarte del castigo solo tienes que hacer una cosa - le dijo pícaramente sonriendo.
-Eres un imbecil - le dijo - has tardado mucho en venir.
El profesor se acercaba a ellos precipitadamente y ella pareció notarlo. Su castigo volvería.
Oh, oh, pensó Harry.
Stephen le tendió la mano y ella la miró, finalmente aceptó con una sonrisa.
El profesor declaró:
-Señorita Madison le ordenó que se marche con Stephen ahora mismo - dijo - como me enteré de que incumplió una sola de las normas hasta dentro de una hora estará castigada sin comer y sin dormir haciendo flexiones hasta dentro de dos días.
Era una injusticia y Harry lo tenía claro.
Entonces el profesor se volvió hacia Harry.
Tuvo unas ganas tremendas de salir corriendo pero se mantuvo desafiante. El profesor le miró con una mezcla de odio y de expectación.
-Oh - dijo el profesor - Potter. Ha venido a cumplir su castigo. Perfecto.
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El Niño que Vivió || Harry Potter en el campamento mestizo
FanfictionUn día, sin previo aviso, Harry se despertó en una escuela totalmente desconocida. No recordaba nada de su vida anterior, ni a nadie. No tuvo ni una mañana de tranquilidad antes de saber algo o que le viniese a la cabeza una frase: yo no busco los...