El Niño que Vivió || Harry Potter en el campamento mestizo

2. Harry.

Harry lanzó un par de miradas de odio al profesor.

-Acompáñeme - dijo este - llevó mucho tiempo esperándole.

¿Le estaba llamando de usted? Harry no comprendía nada de nada. Entre ese comportamiento y su aparición sin memoria.

En ese instante sólo recordaba a Ginny, su novia.

Siguió al profesor hasta integrarse en el bosque. No sabía a dónde iban pero si que eso no era normal. Que él supiese los profesores no castigaban a sus alumnos dentro de los bosques.

-Sabes, Potter - le dijo el profesor sin parar de andar - mi señor me recompensará bastante bien por tu captura.

Harry se paró en seco. Su cerebro iba a mil por hora gritándole que saliese de ahí ahora mismo.

Se palpó el bolsillo en busca de algo pero no encontró nada. ¿Que había ido a buscar en ese bolsillo? Estaba seguro de que le faltaba algo, algo para defenderse.

El profesor se dio la vuelta y con un movimiento de un ¿palo?, lanzó una luz azul y Harry salió volando hacia atrás.

Cuando se dio de espaldas contra el suelo sintió un fuerte dolor en el hombro. El profesor avanzó vacilante hacia el con una sonrisa en el rostro.

-Mírate - dijo - el gran Harry Potter, el héroe.

Harry no tenía ni idea de que estaba hablando.

-Crucio.

Dijo apuntándole con ese extraño palo.

Harry sintió un dolor por todo su cuerpo, como si miles de cuchillos le estuviesen atravesando los músculos, también sentía que su frente iba a partirse por la cicatriz.

Grito de dolor y tan pronto como empezó paró.

El profesor le puso la rodilla en el pecho dejándolo casi sin respiración.

-Creo que te mataré aquí mismo.

Harry miró hacia su derecha buscando algo con lo que ayudarse. Una serpiente le miraba fijamente.

-Ayúdame - dijo Harry en un susurro - por favor. Ayúdame.

-¿Que estás diciendo? - exigió saber el malvado profesor.

Harry miró fijamente a la serpiente.

-Ayúdame - pidió.

-Crucio - volvió a decir el profesor.

Harry volvió a experimentar esos dolores tan atroces. El mundo se volvía rojo y los pulmones le ardían. Se iba a morir a ese paso.

El profesor volvió a levantar el palito pero esta vez la enorme serpiente saltó sobre él.

Se retorcieron mientras Harry hacia todo lo posible por controlar su respiración y buscar algo con lo que golpear al profesor.

Encontró una rama pequeña y golpeó al profesor con ella en el estomago.

La serpiente aprovechó para clavarle los dientes en el brazo y salir por un lado de la escena.

El profesor chiflado se movió hasta levantarse y apuntar de nuevo a Harry con el palo.

Tenía la boca manchada de sangre y el ojo morado.

-Tienes valor - dijo - era de esperar siendo el terror de muchos de los míos. Una pena.

Agarró con fuerza el palo y al moverlo lanzó una explosión que Harry esquivó por los pelos lanzándose detrás de unos arbustos.

La explosión había generado una gran humareda y el hombre lanzaba luces de colores en todas las direcciones.