Tiempo en casa

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El partido de revancha ante el Colegio Fluxus no estaba tan lejos, pero hoy Ash tenía que seguir recuperándose de aquella terrible lesión sufrida a manos del Shalour en el anterior partido. El médico por suerte notó que la gravedad de la herida no era tanta.

Ash: Si que tuve suerte de que no es tan grave.

Serena: Más bien tuvimos suerte de que no te lastimarán más pues tu dolor fue a causa de que seguiste jugando.

Ash: No podía salir del campo, soy el capitán, tenía que seguir incluso si estaba lesionado.

Serena: Nos preocupaste a todos, más a mí.

Ash: Lo siento, la próxima vez te prometo que tendré más cuidado.

Serena: De acuerdo.

Ash: Gracias, por acompañarme a casa a ayudarme con esa crema rara. 

Serena: El doctor dijo que una vez que te la unte debes quedarte en cama un tiempo. Tendré que explicarle eso a tu mamá.

Ash: Yo ya se lo había dicho.

Serena: No creo que le hayas informado bien de la gravedad del asunto. Creo que ni siquiera lo has dicho y me estás mintiendo.

Ash: Realmente tienes razón, ¿como lo supiste?

Serena: Somos amigos, ¿no, capitán?- al menos por ahora.

Ash: Pues si, aunque creo que me conoces más de lo que yo te permití saber. Pero está bien, después de todo eres tú. ¿Que podría pasar?

Serena: Jeje. ¿Y bien?¿Falta mucho para llegar?

Ash: Ah pues bueno, .... creo que ya nos pasamos.

Serena: ¿En serio?

Ash: Lo siento, me gusta tanto conversar contigo que me distraigo la mayoría de veces.

Serena: No tienes remedio, capitán.- resaltó la última palabra de forma burlona, aunque eso último que dijo le gusto mucho. Se sonrojo pero el muy idiota ni se dio cuenta.

Después de volver sobre sus pasos, llegaron a casa de Ash. Pero al llegar a la puerta, se escuchaban dos risas diferentes. Parecía una conversación.

Ash: ¿Pasa algo?- notó

Serena: ¿Por que se oyen dos voces en tu casa?

Ash: Ah debe ser él.

Serena: ¿Quien?- pero Ash se adelanto a la puerta así que ella solo lo siguió. El azabache abrió la puerta de su hogar.

Ash: Ya llegue.- al momento de entrar se pudo ver a la madre adoptiva de Ash, Delia pero no estaba sola: un hombre la acompañaba.

Delia: Hola, cielo. Llegaste y por lo visto no solo.

Ash: Ah claro, mamá ella es Serena la chica de la que te hable la otra vez. Me está a.....

Delia: ¿Esta que, jovencito? ¿Alguna cosa que no me estás contando?

Ash: Ehh pues.

¿?: Hola, Ash.- el hombre cuya apariencia era igual de joven que Delia y visiblemente fornido, de pelo marrón y con barba; tomó la palabra.

Ash: Señor Marcus, no sabía que iba a venir hoy.

Marcus: Pues me dirigía a mi casa pero me encontré a tu madre por el camino y decidí traerla con más comodidad en mi auto.

Ash: ¿En serio? Muchas gracias, no sabe lo agradecido que estoy con usted.

Marcus: No te preocupes, es un placer pasar tiempo con Delia. Es una mujer increíble.

El Capitán AshDonde viven las historias. Descúbrelo ahora