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CAPÍTULO 5: TORRE DE ASTRONOMÍA

Habían pasado unos cuantos días después de aquel encuentro en la biblioteca de los dos rubios

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Habían pasado unos cuantos días después de aquel encuentro en la biblioteca de los dos rubios. Su amistad había mejorado un poco después de aquella tarde, pero sin duda Malfoy no podía sacarse de la cabeza la idea de Potter y Flemcourt como pareja, no le había bastado las palabras de la ojiverde aquel día para desmentir ese pensamiento.

La clase de encantamientos estaba por comenzar y por fortuna de ambos chicos, las cuatro casas estaban presentes. La rubia estaba sentada junto con su amiga Hermione, frente a ellas los dos restantes del trío de oro, Harry y Ron. De reojo noto la entrada de una cabellera rubia atravesar la puerta del aula.

La fría mirada de Draco se detuvo al toparse con una revuelta cabellera rubia con rizos bien definidos, aquella chica estaba mirando hacía delante, no podía mirarla bien. Decidió sentarse atrás de ella junto a su amigo Blaise, no había notado a "la sangre sucia" a su lado, hizo una mueca de asco y disgusto, ¿Cómo semejante chica se juntaría con esa sangre sucia?

Las clases avanzaron durante el día, dos clases había tocado aquella chica con el rubio, y durante esas eternas horas para Draco, no paro de mirar a aquella chica que comenzaba a agradarle de más.

La noche llegó y por consiguiente se encontraba Draco sentado en el frío piso de la torre de Astronomía, su lugar favorito en Hogwarts. Draco estaba sumergido en sus pensamientos. Una propuesta le rondaba en su cabeza, la profesora Dolores Umbridge tenía algunos planes para él y sus amigos Slytherin.
Un pensamiento se le vino a la cabeza rápidamente, el ser Mortifago comenzaba a aterrarle un poco.

—Draco, ¿estás bien?—la dulce voz de una chica entro por los oídos del rubio.

Zoé pasaba por los largos pasillos del castillo, se dirigía hacía la torre de astronomía para despejarse un poco de toda la semana tan alborotada que había tenido. Caminando lentamente mientras tarareaba un poco unas notas de una canción tan pegajosa que le había contagiado su amigo Ron Weasley, notó una sombra de alguien sentado en el frío suelo del castillo; al dar la vuelta, se topó aquel rubio con ojos grises que la hipnotizaba.

—Si, estoy bien.—el rubio se sobresalto al oírla, no la había visto, estaba metido en sus pensamientos.

La rubia le dedico una leve sonrisa, sabia que no estaba bien. La rubia decide sentarse junto a él, Draco la miraba asombrado.

—¿Cómo has estado?—habla la rubia.

—Bien.—responde secamente. Giro su cabeza y notó a la chica, estaba igual de cerca que aquella vez en su habitación, su presencia lo hacía sentir...diferente. Miró sus grandes ojos verdes, tenían un brillo hipnotizante, no sabía cómo pero parecía que ese brillo te alumbraba la vida al mirarlos. En su cabeza se criticaba por contestarle de manera tan grosera a la chica que solo buscaba ayudarlo de corazón.—Gracias.

Big Eyes / Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora