You are mine

Capítulo 03. Confirmación

Kagami se encontraba en una cafetería junto con aquel bastardo peliazul, cuando este último llego de improvisto a su restaurante decidió que lo mejor sería alejarlo de sus conocidos. En estos momentos Kagami debido al estrés por el cual estaba pasando el pelirrojo, ordeno 25 hamburguesas de aquel pequeño restaurante llamado Maji Burguer. El moreno solo lo observaba mientras él tomaba solamente una malteada.

-Sí que comes bastante. Me pregunto que más entraría en esa boca tuya- dijo el ojiazul con una mirada lasciva.

-Es obvio que si soy un chef tengo que tener un gran apetito y por supuesto puedo comer de todo- respondió el pelirrojo sin haber entendido a que se refería el moreno su comentario anterior.

Aomine al escuchar la respuesta del menor comenzó a reírse <<¿ Acaso no entendió lo que quise decir? No sabía que todavía existieran humanos adultos así de inocentes>> pensaba el de cabello azul eléctrico mientras miraba como las mejillas de Kagami se llenaban más y más de comida.

-Entonces...- hizo una pausa para así terminar con el ultimo pedazo de comida que le quedaba ­-Dime para que mierda fuiste a buscarme ¿Pensé que todo se había terminado la noche anterior, o es que acaso quieres que te lastime más?- pregunto el chico pelirrojo terminando ya con sus 25 hamburguesas y preparándose para irse.

-No te andas con rodeos ¿Eh? Francamente eso me agrada de las personas. Pero dejemos los halagos para después, la razón por la que te busque nuevamente fue para... para... - la mente del peliazul se quedó en blanco ¿Qué podía inventar para así poder descubrir si Kagami realmente le atraía? Era bueno con las mentiras pero en este momento su cabeza estaba en otro lado, nada más y nada menos que en los rosados labios del pelirrojo. Kagami tenía el hábito de que al terminar sus alimentos siempre relamía varias veces sus labios <<¿No se ha dado cuenta de lo malditamente sexy que se ve haciendo eso? ¿Lo estará haciendo apropósito? Maldición, deja de hacer eso. No creo aguantar mucho, mi pene está doliendo, maldición>> se repetía mentalmente una y otra vez.

-¿Me vas a decir sí o no? No tengo todo el día- dijo al molesto el pelirrojo al ver como el moreno tenía la mirada fija en algo, no sabía en qué o quién pero tampoco le importaba.

El ojiazul estaba a punto de hablar cuando fue interrumpido por la repentina aparición de dos hermosas muchachas, una de ellas tenía el cabello anaranjado y cuerpo delgado y la otra tenía una apariencia más madura y sensual, con su cabello oscuro y ojos verdes. Sin previo aviso las dos jóvenes tomaron asiento junto al ojirubi y empezaron a decirle halagos supuestamente por su maravillosa comida. El moreno las fulminaba con la mirada, ahora por culpa de estas "señoritas" no pudo decirle el verdadero motivo de su visita.

-Entonces Kagami-san ¿Tienes pareja?- preguntó la chica de cabello oscuro. Aomine tal vez se había molestado de la presencia de estas dos pero debía aceptar que aquella pregunta lo intrigaba y seguramente lo haría más la respuesta.

-En estos momentos solo estoy concentrado en mi trabajo, y francamente no me interesan las relaciones amorosas- respondió con sinceridad el pelirrojo.

-¿Es eso cierto? O acaso ¿Estas ocultando un secreto?- pregunto la otra chica con una actitud algo coqueta.

Si Aomine tenía dudas sobre la atracción que supuestamente estaba sintiendo por Kagami, en este instante todas ella se habían esfumado. El corazón de aquel vampiro tan despiadado empezó a latir como loco al momento de ver como al rostro de Taiga se tornaba de un color rojo intenso, casi competía contra su cabello. Ver a aquel tigre salvaje tan indefenso hizo que la última pizca de autocontrol que tenía sobre su cuerpo se fuera al carajo, así es señores, el gran Aomine Daiki, conocido por ser uno de los mejores detectives del país y también por ser considerado un mujeriego, ahora tenía una gran erección por tan solo ver el rostro ruborizado de un chico de casi su misma complexión.