Ya había dejado de llover cuando Thomas aparco la moto en la acera y Lidia se bajó de ella un poco mareada pensando en que esa no era su casa y no sabría como volver a suya. Él vio su expresión y tras sonreir habló
-Estamos en mi casa, no sabía donde estaba la tuya pero al menos es un techo y si entras podrás secarte y cambiarte de ropa
Lidia asintió ya que no tenía otra opción, la casa era enorme, de dos plantas y se encontraba rodeada de otras parecidas pero destacaba entre ellas . Thomas cogió la moto y andando sin arrancarla la llevo a una puerta corredera que se abrió sola, Lidia le siguió. Había un camino de piedras negras que conducía hasta otra puerta
-Quedate aqui un momento, voy a guardarla -Dijo Thomas señalando a la moto
Lidia se quedo observando la casa, era preciosa, la fachada estaba llena de pequeños ladrillos bicolores de tonos granates. El suelo eran adoquines grises a destacar el camino de piedras negras que llevaba de la puerta principal a la secundaria, se escuchaba un gorgoteo de agua y Lidia mirando a su alrededor descubrió que había un pequeño estanque con nenúfares a tonos rojos y amarillos camuflado entre dos palmeras. Ella se acercó para verlo mejor, le encantaban las plantas. De cerca pudo notar que había vida dentro de el estanque, unos pequeños pececillos naranjas jugueteaban entre ellos. Sonrió, era realmente bonito. Thomas volvió y la vio agachada junto al estanque
-Bonito ¿Verdad?
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Cuatro Almas Destinadas
Fanfiction{Historia de ~O'Brien💙} Todo el mundo conoce a Dylan O'Brien y Thomas Brodie Sangster pero nadie espera encontrárselos por la calle, en una cafetería o en una parada de autobús. Bea y Lidia no solo lo han hecho y se sienten afortunadas por ello sin...