Supongo que así tiene que ser, así de duro y difícil, tener que dejar atrás o a un lado a personas de tu vida, porque simplemente ya no les corresponde estar en la tuya. Por muy increíbles, amables, hermosas que puedan ser.
Aprendiste lo que tenías que aprender de ellos y sólo se quedarán aquellas hermosas memorias que juntos construyeron, las risas, los buenos momentos, los consuelos silenciosos... Algunos pesan más que otros, algunos dejaron más huella en tu ser que otros... Ésos duelen aún más...
Te sientes desprotegido y desorientado, porque ya no habrá ese calor que te proteja, esa voz cálida, esa mano que te guíe, ese abrazo del alma que te diga qué todo está bien o que lo estará, esa sonrisa consentidora, esas palabras gentiles. Sobre todo esa calma, tranquilidad y amor de corazón, sin expectativas pero ofreciendo todo y que de paso calentaba el tuyo.
Se sabe que crecer es duro, difícil y doloroso... Pero nunca se logra dimensionar realmente cuanto, hasta que estás ahí, cuando ya no hay marcha atrás, en ese preciso momento cuando te quedas sin aliento frente a la inmensidad de lo desconocido que te aguarda, pero esta vez sólo, cuando hay tanto que decir, pero que el cúmulo de tus emociones se vuelve un nudo en tu garganta impidiéndote incluso el tragar saliva.
Cuando finges estar bien, calmado, tranquilo por fuera... Pero en realidad estás muriendo de miedo por dentro... Lo haces porque no quieres causarle momentos y sentimientos desagradables a esas personas que te han cuidado y protegido tanto, con tanto cariño, menos aún cuando los ves sonriendo con incertidumbre oculta en esa sonrisa por lo que pueda pasarte y que ellos también intentan esforzarse en demostrar que todo está bien, para no cortarte las alas no bajarte los ánimos, para darte apoyo... Y que te embarques en la aventura, que conozcas, ellos sólo esperan que siempre estés con bien.
No estoy lista para decir adiós... Pero tampoco es algo que pueda cambiar, el tiempo corre, mucho más rápido a mi percepción, los sentimientos se agolpan en el estómago y se reflejan cristanilamente en mis ojos.... Después de todo ésto es crecer.... Qué ironía... ¿Cuánto hace que me moría por crecer? ¿Cuántas veces me dije que no estableciera lazos emocionales con nadie o al menos no tan profundos?... Y ahora, no quiero que ningún minúsculo gramo de arena, de este gran reloj, se escape entre mis dedos, porque sin quererlo ustedes me ganaron, se ganaron un lugar entre mis afectos y dejarlos ir es ahora, dejar ir no sólo los sentimientos, sino realmente una parte de mí.
Sola me resta decir: "gracias".... Una palabra tan corta para todo lo que quiero expresar, infinitas gracias por este crecimiento personal, me han enseñado todo lo que pudieron, me dieron todo lo que cabía en sus manos y más, no sólo material si no también espiritual, me acogieron en sus manos, me dieron un refugio, cuidaron de mí en su cálido regazo.... Y ahora es tiempo de volar, sé que me cuidarán hasta el último segundo y fibra que yo toque de sus dedos.... Pero después ya no.... Ahora sólo, espero poderlo decir mañana, sin que me consuma en llanto, como lo hago ahora que estoy escribiendo ésto.... Cuando sea la última vez que los vea a la cara, cuando sea la última vez que sienta sus abrazos rodearme y darme calor, cuando sea la última vez que vea la luz del medio día reflejada en sus ojos, cuando sea la última vez que vea esa sonrisa que tanto me transmite paz o escuche su voz que con tanta dulzura me habló todo este tiempo. Porque ya no habrá una próxima vez, mañana es la última sesión, mi última oportunidad de estar con ustedes y entre ustedes. Tengo que continuar sin ustedes, al menos hasta que, si la vida es muy generosa, nos volvamos a reunir. Porque sí, aún guardo ingenuamente esperanzas en mi corazón de que éso suceda en un futuro, que los mensajes y/o llamadas no sean del banco o del trabajo, sino de ustedes, escuchar su voz, verlos de nuevo, sería el mejor regalo que me pudiesen dar.
Muchas gracias, de todo corazón.
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Impossible
RandomHeartbreaking Loneliness Sadness Happiness Joyful Etc. Everything that someone (can) feel no mattering when or where. In this case, me.