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**HARRY**

Ya sentía mi miembro latir, condenada, sabía que abby no tenía idea de cuán lejos me estaba empujando en realidad, podía ver la excitación en los ojos de ella, el indicio de ardor sexual, de determinación, Abby no tenía ni la más mínima idea de cuán lejos podía llegar en el terreno sexual. 

El pensar en atarla, en forzarla a admitir las necesidades de mi propio cuerpo, o las necesidades que yo tenia, estaba casi más allá de lo que su auto control podía aguantar. El pensar en iniciarla en los placeres del sexo, el sadismo, oyendo los gritos de placer de abby en mis oídos, hizo que mi miembro endureciera hasta el dolor.

Quería que abby tuviera cada toque, cada experiencia sexual que ella alguna vez hubiera imaginado querer intentar, la quería caliente, mojada y rogando por mi miembro, quería que ella admitiera sus necesidades, como yo mismo finalmente había admitido las propias. Quería a abby, ahora, mañana, para siempre. De cualquier forma que pudiera tenerla, de todas las formas en que ella me permitiera tenerla.

observe el rubor que había subido a sus pómulos, la llamarada de interés en sus ojos, que se encargo de apagar, abby pensaba que era un juego, ingeniosas réplicas de carácter sexual que fácilmente podría poner a un lado más tarde.

Abby no podía saber- pensé con una hebra de diversión, cuánto disfrutaría yo de hacer ambas cosas con ella, el nivel de dominación que yo poseía era increíblemente alto e Introducirla en ser atada, tomada del pelo, atormentada o emparedada entre mi cuerpo y el de Max - solo con el, le permitiría hacer un trió-. Drástica mente aplaste mi lujuria, eso de compartirla no sería fácil no ocurriría a menudo, pero había un placer particular en ello que no podía ser encontrado en ningún otro acto sexual. El pensamiento de tener el control total de ella, de su cuerpo, sus deseos, su sensualidad, era un afrodisíaco casi imposible de resistir.

Abby, no deberías desafiarme —le advertí cuidadosamente. —No sabes lo que estás pidiendo, nena.

Me sentía moralmente obligado a darle una oportunidad, y sólo una oportunidad, para aquietar los deseos rugientes que crecían dentro de mi, en cambio abby no sabía, no podía saber, que la sexualidad era parte de mi a tal grado. Una sexualidad y un oscuro deseo que yo había estado dispuesto a amortiguar por ella, pero su atrevida declaración de que ella podría manejar los era más de lo que yo podía resistir.

Tal vez lo sé —. Ame la calidad jadeante de la voz de abby, la mezcla de miedo y lujuria en su tono de voz era una combinación embriagadora.

—Cojeria tu cuerpo, abby —gruñí, avanzando hacia ella otra vez. — ¿Es eso lo que quieres? Mi mejor amigo hundiéndose en esa apretada feminidad mientras yo empujo dentro de tu trasero. Gritarías, nena.

Mm.... —sus rosados labios se fruncieron en un mohín de meditación. —Suena interesante, Harry. Pero tú sabes, no permitiría a cualquiera tales privilegios —suspiró ella con pesar. —Lo siento, amorcito, pero aparentemente no estás de suerte.

Oh, ella estaba en problemas, mantuve su expresión sólo ligeramente divertida, permitiendo a mi dulce abby cavar su propia tumba.

¿Y qué cualidades debe tener un hombre para ser tan afortunado? —pregunte, mientras deliberadamente maniobraba para ponerla contra la pared, Por un momento, una vulnerabilidad cautivadora brilló en los ojos de ella.

Algo que tú no tienes —. me preguntó si ella habría percibido la pena en su voz.

¿Y qué sería eso, nena? —. Quería traerla hacia mi pecho, abrazarla, asegurarle que cualquier cosa que ella necesitara, cualquier cosa que ella quisiera, sería suya sólo con pedirlo.

abby se apartó con fuerza de mi, su natural actitud defensiva asumiendo el control nuevamente, ese destello de dolor en sus ojos sobrepasando la necesidad de jugar, bromear conmigo y tentarme.

Corazón, Harry, debe tener un corazón —dijo, mordiendo las palabras. —Y realmente no creo que tú tengas uno.

**Abby**

Me marche dando media vuelta rápidamente, la cólera envolviéndome, eso hizo poco por apaciguar el deseo o el rugiente caldero de emociones que amenazaban con abrumarme, maldición, doble maldición, no podía amarlo, no podía necesitar su amor, Dos años de discutir con él, luchando contra sus avances y sus acaloradas miradas, no pudieron haber causado esto.

Sentí mi cuerpo temblando, mi pecho agarrotado por las lágrimas, amar a Harry era imposible, no tenía ninguna oportunidad contra las mujeres sofisticadas y experimentadas con las que él se acostaba habitualmente, yo las había visto y las había odiado. Saber que él las había llevado a su cama, que las había hecho gritar con su toque era más de lo que yo podía tolerar, seguramente ellas no lo amaron, pero yo tenía el mal presentimiento de que lo haría.

Tentación -Harry Styles- TheMaliksWifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora