mi ventana

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No recuerdo la victoria ni el satisfactorio dolor ni la fatiga. No recuerdo cuántos enemigos quedaron en este camino, en mi camino, ni los que volverán a caminar por él.

Los pasos de regreso eran demasiado familiares como para olvidarlos y no continuar.

No recuerdo sus ojos ensangrentados ni si sus miradas perdidas todavía imaginaban esperanzas o ya se habían perdido para siempre. Sólo sigo sintiendo mi abatimiento. Me digo que estoy cansado, cansado ya de estas lides. Sólo quiero estar tranquilo. Cansado, me repito.

Tras el cristal de mi ventana murmura una brisa de hojas secas. La abro y mi mirada se pierde en la tranquilidad del aire.

busco la sombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora