El Reino🐉 Por tí

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Autor: Anderson
Traduccion: TH
Adaptación y modificación: Gatortuga
Slash
AU




El  crujir de la puerta despertó a ZZ, quien se sentó en la cama
restregándose los ojos.
Un rápido vistazo sobre la habitación le dijo que JY se había ido, pero ¿dónde? Lo mismo ocurrió dos veces anteriormente, el príncipe Huang desapareciendo en la mitad de la noche, sólo para reaparecer horas después viéndose cansado y desgastado.

¿Qué hacía cuando desaparecía en la noche? ¿Dónde iba que no deseaba que ZZ lo siguiera?

«Descúbrelo. Síguelo».

Por un largo rato ZZ dudó. JY había hecho énfasis en cuán
peligroso era el resto del castillo. Sonaba muy diferente del aireado y brillante Castillo Kong, donde había crecido ZZ. Allí, un hombre podía caminar libremente sin miedo, pero JY le había dicho, que debías estar armado hasta los dientes para caminar por el Castillo Black.

«¿Pero es mitad de la noche; quien va a estar tan siquiera
despierto? Si no te apresuras, lo perderás y entonces te quedaras despierto toda la noche preguntándote qué sucede, justo como lo hiciste las dos veces anteriores».

Con la curiosidad superando su miedo, ZZ saltó de la cama y se
colocó sus ropas. Estaba a punto de salir por la puerta cuando el frío toque del collar anulador de magia le recordó que sería reconocido instantáneamente por cualquiera que lo viera. Mirando a su alrededor, vio la capa verde oscura de JY, la agarró y se la colocó con la capucha cubriendo bien su cabeza. Bien. Ahora solo era otro caballero y espadachín,
protegiéndose contra el frío de la noche. Esperando que no fuera demasiado tarde para alcanzar a JY, se deslizó afuera y cerró la puerta detrás de él.

Por un momento, en el oscuro corredor, consideró la posibilidad de escapar. Era lo más oscuro de la noche y su captor no estaba, ¿Cuándo tendría una mejor oportunidad? Sin embargo, para ser libre del Castillo Black, tendría que pasar la guarnición de guardias en la entrada del castillo y luego cruzar a nado el amplio foso, tan amplio como un lago, que rodeaba la construcción. Podía nadar muy bien, pero el foso estaba lleno de monstruosos peces resplandecientes tan largos como un hombre y con dientes como dagas y esas eran unas de las especies más tranquilas que
habitaban las turbias profundidades. El rey WongYuan no escatimaba con la seguridad de su castillo. A regañadientes dejó la idea de escapar fuera de su mente y se concentró en seguir el rastro de JY.

Su captor le llevaba buena ventaja y se movía tan silenciosamente que ZZ casi lo pierde. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de darse por vencido y volver a la cama, vio un ligero destello de luz de antorcha sobre un cabello que conocía, el de JY. ZZ bendijo la gracia natural que venía de la sangre de Hadas de sus ancestros  XU cuando reanudó su persecución nuevamente. Sin ella, nunca habría podido igualar el sigilo de JY o se las hubiera arreglado para ir a su paso sin que el otro hombre supiera que estaba allí.

Estaba asombrado y un poco asustado por cuán hábilmente JY
evitaba los guardias y hombres armados estacionados en varios puntos a lo largo del castillo. Eran una partida de tipos rudos ~se notaba~ ¿pero en verdad eran tan peligrosos que JY sentía la necesidad de caminar entre
ellos sin ser visto? ¿Acaso no tendrían respeto por su príncipe? Si el propio hijo de rey tenía que temer por su vida en el castillo de su padre, un prisionero como ZZ no tendría oportunidad alguna si lo atrapaban sin protección. Consciente acerca de eso, redobló sus esfuerzos en silencio y en secreto; y se sintió bien cuando fue capaz de seguir a JY todo el camino hasta una enorme puerta de roble unida con un hierro negro anulador de magia al que ya conocía muy bien.

ZZ esperó pacientemente en las sombras mientras JY trabajaba
en un intrincado cerrojo de puerta, torciendo y girando varias partes de él, por un largo momento hasta que finalmente se abrió con un ligero sonido.

Entonces vio como el príncipe Huang se deslizó a través de la enorme puerta y la cerró detrás de él.

«¿Debo seguirlo? ¿Qué tal si entró en un cuarto oscuro y las luces de las antorchas de aquí afuera me delatan?»

ZZ se quedó quieto, indeciso por varios minutos hasta que
finalmente se decidió a intentar entrar. Sin embargo, al llegar a esta, notó que el cerrojo estaba nuevamente cerrado. Debía haber algún mecanismo de apertura del otro lado de la puerta para que JY se arriesgara a cerrarlo, pero eso no le ayudaba de este lado. Trató de manipular el cerrojo, pero era un rompecabezas indescifrable y no tenía magia alguna que lo ayudase. Si tuviera un décimo de la de su madre, ondearía la mano y diría unas palabras en la Lengua Antigua y luego…

ZZ se quedó quieto.

La Lengua Antigua… alguien la está usando detrás de esta puerta. Presionó su oído contra el panel de gruesa madera, pero no sirvió de nada. No escuchaba más que sonidos apagados. Pero entonces, ¿cómo había escuchado lo primero que advirtió en primer lugar?

Recordó lo que su madre le había enseñado cuando lo capacitó en los caminos de la magia, en caso de que sus poderes se manifestaran alguna vez.

»Escucha con tu corazón, ZhouZhou Abre tu mente» _le instruyó.

Tomando un profundo aliento, hizo justo eso, y lentamente, muy
lentamente, empezó a escuchar una voz antigua y siseante hablando en su cabeza.

~«Tu vida y la de ZZ están entrelazadas, y tu destino está en la balanza, JY, hijo de WongYuan»~.

Las palabras susurraban en su cabeza. ¿Podría ser la voz del dragón? ZZ sabía por sus estudios de las tradiciones de dragones que algunos de ellos podían ver diferentes caminos hacia el futuro. Que vendría siendo, un caleidoscopio cambiante de diferentes posibilidades. ¿Pero podría ser verdad lo que JY le había dicho; que eran el destino el uno del otro?

«No puede ser. Es impensable».

El pensamiento de pasar el resto de su vida con su atacante era
repugnante, o por lo menos eso era lo que se decía a sí mismo. Aún así, no podía evitar pensar en la gentil manera en que JY lo había tocado desde que lo trajo al Castillo Black. O las suaves y confortantes palabras que le
susurraba en la oscuridad, cuando lo despertaba de un mal sueño.

»Todo está bien, WeiZhou» —le murmuraba mientras ZZ yacía
temblando a su lado en la enorme cama.

»Estoy contigo. No dejaré que nadie te lastime»
Cuanto más lo pensaba, más notaba que JY en verdad parecía
arrepentido de lo que había hecho. Y para ser justos, había sido su hermano mayor, TaiZhao la bestia, quien se lo había ordenado en primer lugar. Trató de resistirse pero se dio por vencido, sólo cuando TaiZhao había amenazado
con matarlos.

«Supongo que fue tan gentil como pudo, bajo las circunstancias. Al menos usó aceite para facilitar la entrada… No. ¿Qué estoy pensando?»

ZZ sacudió su cabeza con furia. JY había entrado en su hogar
en mitad de la noche y lo atacó. No había excusa para lo que hizo. No podía perdonar sus diabólicas acciones.

«Por su culpa, mi madre desapareció… no sé, quizás esté muerta… y nuestro reino está siendo destruido por los mercenarios de su padre.
¡Nunca lo perdonaré!»

"Vaya, vaya, vaya. ¿Pero que tenemos aquí?"

[YuZhou] 👑El Reino🏰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora