Capítulo 1. Patética vida.

374 10 2
                                    

Daniel...

Era un día común, la alarma me exalto como siempre por su ruido frustrante y exagerado y por cada segundo que pasaba el objeto aumentaba su volumen más y más, creo que es la peor manera de despertar pero mi madre me obliga a usarla por las buenas o por las malas porque antes de usar un aparato de este tipo me desperté tarde para ir al colegio y pues perdí una calificación muy importante para colmo me regañaron como nunca y como ‘’regalo adelantado de cumpleaños’’ me dieron esta cosa y por más que quería no lo pude negar.

Estaba recostado sobre una almohada llena de plumas observando hacia el techo, cogí mí celular que estaba a un lado lo desbloque y observe la hora.

—     5:00 am en punto, cinco minutos más alarma- así que la tire al suelo y se apago por arte de magia, se sentía tan lindo escuchar tan solo la lluvia descender, las alarmas de los carros sonando sin parar al unísono todos dándole un pequeño toque tétrico al asunto, los truenos caían sin censar, nadie los puede controlar son libres…

Ya habían pasado mi tiempo robado para hacer mis cosas antes de asistir como un día común al colegio como todas las 200 veces al año, así que me pare de la cama y me estire, santo dios que terrible sueño se siente cuando no duermes tus horas adecuadas pero vamos, lo que más me gusta en este mundo es leer, no me los devoro como todos mis demás amigos pero quizá les pongo más atención que los otros, esta semana me toco leer un libro sobre un autor estadounidense llamado Christopher Paolini (Es famoso por la saga El Legado, son fabulosos); me acerque a un espejo que tengo y observe mis ojeras, son horribles cubren casi todo mi ojo, así que me digo a mi mismo “Por favor, duerme más para la próxima.”

El frío que se siente dentro de esta habitación es tanto que te eriza la piel por un momento se siente muy feo esta sensación. Aun con los ojos cerrados me acerco a la puerta de mi baño y la abro con la poca fuerza que en este momento tengo en mis brazos, y al entrar mi sorpresa más grande.

La ventana estaba abierta a todo lo que da de aquí procede el frío y el viento (Por todos los dioses, soy la personas más olvidadiza dentro de este reducido planeta…) todo está tirado por el viento, estrelladas contra el piso, pero no tengo ganas de recogerlas, bueno no por ahora.

Me acerco a la ducha y giro la perilla de color rojo para que caigan chorros de agua hirviendo para esta temperatura del ambiente espantosa, lluvioso con granizo ¿Enserio tengo que asistir a la escuela padres?, el vapor empieza a fluir y es cuando creo que esta lista, pero creo que me excedí de tiempo y ahora siento como mi espalda se quema, bueno, al menos ya estoy despierto.

Mientras estoy quitándome este frío que se siete, en mi mente llega una frase que me decía mi abuela de pequeño “Para alcanzar algo que nunca has tenido, tendrás que hacer algo que nunca has hecho” me lo repetía todos los días para hacerme saber que esta vida no es fácil y que debo de luchar por lo que más quiero, falleció hace cinco años pero le agradezco que me haya dejado una gran educación, un punto extra para ser tal y como soy.

Y ahí me ven 10 minutos tirando y desperdiciando agua como una persona floja durmiéndose en la ducha pero ya es tarde siempre me sucede esto y todos los días me digo a mi mismo que mejorare a la próxima vez pero a los pocos segundos se me olvida mi promesa y sigo siendo la misma persona antisocial y aburrida pero ese tema es aparte, después hago mis toras necesidades y me lavo los dientes; mis dedos están hechos pasitas por el exceso del agua (Como diría un niño pequeño) pero ya me harte de estar dentro de este pequeño espacio reducido, agarro una bata y una toalla me seco el pelo húmedo y me limpio las gotas de agua que escurren de mi pelo y caen hacia mis pies, que horrible sensación.

Del tocador saco una ropa cómoda, ya saben, jeans, una playera verde y una chamarra azul, y mis tenis converse odio seguir modas pero ya saben, estas son las que arruinan la cabeza de los jóvenes, y claro como no, me incluyo a mi mismo aunque en este mundo es lo más asqueroso que puede existir “Seguir modas para sentirte bien con los demás”, me observo en el espejo y se refleja mi fea apariencia, no soy la persona más delgada del mundo y ni tengo músculos en ninguna parte pero tampoco es para tanto como ustedes se lo imaginan.

Y... ¿Me amas? [Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora