Es por la tarde, estaba mirando televisión y de la nada se escucha que la puerta de mi casa alguien intenta abrirla, bajo un poco las escaleras y escucho que logran entrar, era mi esposo, así que voy rápido al cuarto a esconderme y poder sorprenderlo. Me escondí debajo de la cama, mi corazón latía muy rápido, estaba muy nerviosa, agitada, de vez en cuando yo solía esconderme para sorprenderlo, era un juego entre nosotros. Voy escuchado sus pasos subir las escaleras, mi corazón sigue latiendo bastante fuerte, siento que tiemblo. Escucho que se acerca cada vez más, abren la puerta del cuarto, miro sus pies debajo de la cama acercarse a esta, detiene y escucho como me busca, casi suelto una risa de los nervios. Entonces llega el momento esperado él se agacha para poder verme y le disparo directo en la cabeza.
Soy una mujer de 35 años, vivo completamente sola, no tengo esposo, desde hace días lleva una persona siguiéndome y asechando mi casa.
Ahora una vez que esa persona está muerta, la siguiente soy yo. Iré a la casa de un desconocido, tal vez un vecino que no me haya hecho nada malo, que tenga una linda y amable familia. Mire el cadáver que estaba en mi cuarto, seguía con la pistola en mano, fui directamente a las escaleras para salir de mi casa. Camine como sí no tuviera destino alguno, sabría que esa casa me llamaría a mí y yo a ella. Camine unos cuantos minutos, vi la casa de mi vecino John, logre entrar a su casa muy fácil.
Su esposa estaba en las escaleras. Escuche que me gritó, ahí está la loca y corrió para advertirle, seguí caminado, sintiendo que la casa me pertenece y soy parte de esa familia. Salió mi vecino de donde sea que estuviera, le intente disparar pero fallé, su esposa salió de la nada con un arma y procedió a hacer lo mismo que yo, me disparo, dio justo en el hombro.
Salí de la casa como pude y en eso siento otro disparo más, así fueron varios y yo termine tirada en el suelo, sentía que todo era dolor y de la nada vino una eterna paz.
Esto que sucedió es una maldición o así le hacían llamar por que no parecía haber explicación alguna para lo que le sucedía a las víctimas, nadie sabe exactamente de donde provenga, llevaba días estudiando casos al respecto, las victimas decían escuchar en su cabeza voces y un zumbido, se sentían desesperados y esas voces les decían a quien matar, no era alguien al azar. Las personas que fallecían a causa de esto, tenían algo que ver en las vidas de las personas involucradas, nadie sabe de dónde viene ni que lo causa, solo se sabe que debes cuidarte mejor la espalda.
