Méduse~ [JJK×BTS] || En Edición

I

--- Yo creo que tu padre ha reflexionado, nadie puede guardar rencor por tanto tiempo --- dijo una señora de edad avanzada, pero con mucha energía.

--- Si lo conocieras no pensarías igual --- negó levemente con la cabeza mientras seguía cortando vegetales --- Además, no necesito que mi hijo crezca con un ser como él, alguien que cree más en su temor a confiar en quienes lo rodean o su propia familia ---

--- Supongo que es verdad, pero aún así, Kookie es su nieto, no puedes privarle de ver a su abuelo alguna vez --- intentó otra vez convencer a la mujer, quien suspiró y dejó de lado el cuchillo.

--- Pero ya han pasado seis años desde aquel entonces, y él nunca me buscó, por lo que dudo que vaya a hacerlo ahora que consiguió una esposa y una heredera digna --- se quejó con algo de molestia, pero se relajó al sentir las manos de la anciana mujer recorrer su espalda con cariño --- Vivimos mejor de esta manera, yo estoy tranquila con mi hijo en este lugar y él viviendo su vida a su manera, ya somos adultos --- dicho eso continúo preparando la comida.

--- Jeon... Sé que es difícil, y más porque acepto a la hija de esa mujer como si fueses tu --- la joven cerró los ojos afectada, por lo que se apresuró a continuar --- pero él tiene que saber que por derecho esa casa es tuya y el hermoso niño con el que vives no es un monstruo, si no un niño con un don algo especial, por lo que- --- antes de terminar se vio interrumpida por la joven quien niega con la cabeza y le da una sonrisa afligida.

--- Tita, en verdad lo hemos discutido durante todos estos años, y siempre doy la misma respuesta, no voy a volver --- la joven de pronto empezó a toser de manera leve, la señora le da un vaso de agua y ésta le agradece antes de continuar --- Kookie esta muy bien conmigo aquí, no le falta nada, incluso diría que esta mejor aquí que viviendo en ese lugar ---.

--- Lo sé, lo sé, hablando de Kookie... ¿Dónde está? --- le dice resignada la mujer, quien para ya no discutir decidió cambiar de tema.

--- Debe de estar jugando, ya terminó su hora de lectura --- mira el reloj colgado en la pared de la cocina --- además, ya casi es tiempo de que venga para servirle de comer —.

--- Yo iré por él --- dice Tita mientras se dirige a la habitación del pequeño, al llegar, toca la puerta con tres suaves golpes y la abre de manera tranquila asomando su rostro --- Jungkookie, ya es hora de comer --- sonríe al ver como el pequeño de seis años alzaba la vista con sorpresa.

--- ¡Tita! --- el pequeño se levantó y con algo de prisa, se dirigió a la puerta junto a su Tita y le abrazó con fuerza.

Jungkook llevaba unas pequeñas y gruesas gafas que escondían el gran secreto oculto en sus ojos. 

La anciana mujer, le sonrió con ternura, era un pequeño niño adorable, no entendía porque le temían al pequeño que tenía un enorme corazón.

--- Es hora de ir a comer pequeño lucero, vayamos rápido, no queremos que tu mamá se enoje --- le dijo acariciando sus cabellos y el niño asintió.

Después de comer, Tita decidió que llevaría a Jungkook a dar una vuelta por el pequeño sendero del bosque donde vivían. Jungkook gustoso le tomó la mano a Tita y empezaron a caminar.

Era un día bastante agradable, los pájaros cantaban dulcemente y entre las copas de los árboles se filtraban unos pequeños rayos de sol que hacían alusión a que el lugar era mágico.