Corro fuera, donde los demás no me alcancen, hacia los almacenes, done las carpas son guardadas y atadas, me duelen los brazos y la pintura ha de estar ceñida a mi piel tanto como el que fue un blanco y pulcro trajecito de payaso, blanco; ahora, manchado de colores irregulares que se mezclan dando tonos repugnantes y nada alegres. Siento la garganta cerrada y dificultad para respirar, como mis ojos arden por la pintura o por llorar, mi piel se siente tan rara y tan incómoda, mis dedos resbalan al intentar quitármela de encima, pesada sobre mi rostro la máscara aun sonríe, una mentira sobre mis lágrimas.
Tiro la máscara lejos de mí, corro lejos hacia el bosque donde el no debo ir, la cascada donde todos consiguen agua y se bañan está cerca, puedo oírla, mis piernas duelen por los golpes y por mi esfuerzo, pero lo necesito. Duelen más sus burlas.
Al ver las cristalinas y limpias aguas no lo pienso demasiado, solo entro rápido, pienso, el frio se disipará con mayor facilidad, pero solo cala hasta mis huesos y me hace tiritar y temblar. Desabotono cada gran botón que mi trajecito tiene y me siento más y más expuesto, la pintura de tantos colores mezclada se extiende por el agua y la mancha, ya no es cristalina, ya no brilla tanto como lo hacía por la luna y talvez me sienta igual.
Mi cuerpo deja de doler de a poco, mientras más me acostumbro al frio del agua más mi cuerpo deja de doler, deja más y más de hacerme sentir dolido, me desespero quitándome la ropa y la lanzo fuera cuando me deshago de ella, negado a mirar mi propia piel cedo a hacerlo por curiosidad. Mi miedo confirmado, mi piel amoratada, llena de marcas apenas formándose por los duros globos y la basura arrojada, el duro impacto me ha hecho tanto daño, mi piel blanca ahora se marca de dolor.
Lavo mi cuerpo, limpio mi ser tanto como puedo, pero sigo sintiendo el dolor, la sensación de cada golpe contra mi piel al conocido tacto de mis dedos. Me estremezco a cada ruido y no puedo evitar voltear y respirar rápidamente aunque eso me raspe la garganta y haga toser, solo mi ropa interior permanece en mí y mojada, mamá me regañaría por eso, por estar en agua fría y mojar toda mi ropa, seguro que lo haría si estuviera viéndome, quiero a mamá
―! Ethan! ¡¿Dónde estás, Ethan?!―los gritos de mamá y otros me hacen dejar de pensar, dejar de mirar a otros lados y cuando quiero gritar para llamarles la voz no me sale, la siento pesada, como si no pudiera gritar más.
― !Mamá...! aquí... estoy...―apenas puedo hablar un poco sin toser, la voz ronca y rasposa me molesta y me fuerzo a gritar más fuerte mientras salgo a la orilla, el frio viento azota contra mi piel y me hace sentir mareado, como un golpe contra todo mi cuerpo que me agita y me siento pesado, demasiado pesado.
Entre los matorrales aparecen Jonny y mamá, preocupada corre hacia mí, los vestuarios de ambos están sucios y mal acomodados, talvez por correr por el bosque buscándome, han tardado un poco en encontrarme y los gritos apenas los escuche, talvez... no notaron cuando me fui.
―Por Dios, Ethan estas helado, corre y trae ropa y una manta ¡ya!―Jonny salió corriendo por entre los arboles mientras mamá me mira preocupada, no me regaña, solo me abraza, ella sabe... ella sabe que tengo frio y me abraza con cuidado, ella sabe que duele y ella sabe que quiero llorar, por eso me abraza, para que llore, me olvide del frio y mi dolor― ay cariño... ¿Te duele mucho?
No quiero hablar, solo niego aferrándome más a ella y tensándome al tacto cálido sobre las frías marcas de los hematomas en mi piel, besa mi mejilla y solo me sigue abrazando sabiendo que no tiene con que cubrirme y ella aún tiene frio, lo sé por como roza una pierna con otra buscando no helar su cuerpo. No pregunta más, me deja calmarme aun que las lágrimas no dejan de escaparse una y otra vez.
A los minutos Jonny vuelve con mantas y un cambio de ropa para ambos, cubriéndola con una blusa y a mí me hacen vestirme, desnudarme con Jonny aquí es extraño, pero dicen que debo cambiarme rápido para no enfermar o que no sea peor; al final con una camisa grande y abrigadora, seguramente de Jonny, con un pantalón de mi talla, solo me envuelvo en la manta y vamos los tres de regreso al circo, no quiero volver y ver el rostro de Dante o el de los demás, de todos los que lanzaron globos y pintura, de todos los que me hicieron doler, por instantes pienso que es malo.

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Una función de lagrimas
Mystery / ThrillerEthan, un pequeño niño con el dulce sueño de ser un payaso, hacerles felices y llenar sus corazones de alegría. Las cosas no parecen ser lo que el en realidad creía, son mas crueles, mas crudas y despiadadas en un lugar lleno de risas, los colmillos...