Después de comer juntos la comida que habíamos pedido, y de charlar un buen rato, decidimos salir a caminar.
Ya era de noche, muy de noche que digamos. Fuimos a un pequeño parque que estaba cerca de donde estábamos. El viento estaba tan fresco, que te hacia cerrar los ojos para poder sentirlo mejor. Las lámparas del parque iluminaban sus caminos pavimentados.
-Vamos a sentarnos en aquella banca- Hoseok me señaló la banca más próxima a nosotros.
-Claro-
Caminamos hasta llegar a la banca y tomar asiento, estas horas a lado de Hoseok habían sido geniales, había podido conocer otro lado de él, uno que no podía ver por los vídeos. Él era más como un hermoso caballero, abriendo la puerta para ti y dejando que saliera primero, levantándose de inmediato cuando tenías que levantarte de tu asiento. Y muy atento, él prestaba mucha atención a mis pláticas, aunque sonaran extremadamente aburridas, como aquella charla de cuando estaba en la escuela y me castigaron por no llevar los zapatos correctos.
Hoseok era lo que cualquier mujer podía pedir en un hombre, hermoso, alto, de buen cuerpo, los mejores sentimientos y un buen corazón. Además de tener una preciosa voz, y no olvidar esa faceta que tenía, donde podía ser tierno y en segundos ser terriblemente sexy.
-¿Sabes? Me agrada estar contigo-su voz me sacó de mis pensamientos.
Volteé a mirarlo, en sus labios había una preciosa sonrisa que hacia que mi corazón se sintiera cálido.
-A mí también, es agradable estar a tu lado y conversar- sonreí también.
De un momento a otro la sonrisa brillante que tenía en sus labios, se fue apagando. ¿Por qué? Yo no quería que se fuera esa preciosa sonrisa.
-¿Qué pasa?- pregunté tocando un poco su mano, él la tomó con firmeza y entrelazó nuestros dedos.
Soltó un largo suspiró.
-Mañana regresamos a Corea, hoy fue nuestra última presentación aquí-
Y pude entender de porque su alegría se había ido. Sí, también la mía se había marchado cuando él dijo esas palabras. ¿Regresará a Corea? ¿Tan pronto? ¡Pero si apenas lo había conocido! Él estaba preocupado, y no me agradaba que él tuviera esa preocupación. Tenía que hacer algo.
-Eso es... Corea es hermosa ¿No?- sonreí.
-Sí, tiene diferentes lugares turísticos muy bonitos, un día te llevaré por todos esos lugares, yo...- me miró y después nuestras manos entrelazadas.
Sonreí con tristeza. Era hermoso que él me pusiera en sus planes, que me tomará en cuenta.
- Me encantaría conocerla, un día tal vez lo hagamos juntos, ese día será el mejor de mi vida-
Hizo un puchero, adorable.
- Yo quiero llevarte conmigo-
- Me encantaría, pero creo que tendríamos problemas al precipitarnos así, ¿no lo crees?-
-No importaría, yo te tendría-
-¿Y ahora no cuenta?- levanté una ceja divertida.
-Claro que cuenta, jamás podré olvidar este día, el día en el qué te conocí y te miré por primera vez, en el momento que vi tu sonrisa, mi corazón latió con más rapidez-
Suspiré.
- Yo tampoco olvidaré éste día, cuando conocí al verdadero Hoseok, y no es que diga que no lo seas en verdad, pero me agradó que fueras tú, esa persona cálida-
Hoseok me miró con intensidad a los ojos, yo no quería que se fuera, me sentiría tan sola. Pero había otros medios de poder estar en contacto y aminorar la tortuosa espera de volver a vernos.
-Podemos llamarnos todos los días y mensajearnos, incluso hacer videollamadas, aunque nada es mejor que estar frente a frente, pero al menos será por poco tiempo, yo juntaré dinero y me iré a Corea- sonreí feliz por mí gran idea.
- Yo te ayudaré-
- Lo apreciaria, pero es mejor que haga eso sola, no quiero que nadie diga que estaré contigo sólo por tu fama y tu dinero, cosa que no es verdad-
-Y no me equivoque al escogerte- sonrió.
El reloj de la plaza empezó a sonar, eran las doce de la noche y como cenicienta, era hora de regresar a casa, o sino me castigarian.
Hoseok comprendió, pues apretó un poco más mi mano. Sentí una punzada en mi pecho.
-Es hora ¿No?- mordí mi labio.
-Sí, es hora-
Él se levantó de la banca e hizo que yo hiciera lo mismo. Uno frente al otro, él siendo más alto que yo hacia que levantara mi cabeza, sus ojos brillaban con intensidad. Sus manos subieron a mis mejillas, apresandolas en su suave y cálido contacto.
-Al menos déjame hacer esto, quiero que la espera sea menos difícil- susurró cerca de mí rostro.
- Pero esto lo hará más difícil- hablé igual susurrando.
-¿Y que importa? -
Él sonrió de lado y se fue agachando un poco más, acercando su rostro al mío, haciendo que nuestras narices se rosaran un poco. Pude sentir el aliento rosar con mi piel, haciendo que cerrará mis ojos en el acto.
El viento mecía nuestros cabellos y hacía que la fragancia del otro se envolviera en nosotros. Y pude sentir ese toque suave en mis labios, cálido y suave. Sus labios tocaban los míos. En un lento y suave beso, uno que hacia que mis sentimientos por Hoseok crecieran rápidamente, donde mi corazón latió desesperado. Mi estómago estaba sintiendo un fuerte golpe de cosquilleo. Una calidez me fue embargando, mis mejillas empezaba a sentirlas calientes y sonrojadas por él contacto.
Hoseok, mi lindo Hoseok.
Abrí mis ojos poco a poco, sólo para encontrarme con la nada. Estaba sola, no estaba Hoseok y tampoco estaba en el parque donde habíamos estado. Todo estaba oscuro, ¿Qué estaba pasando?
Lo llamé a gritos, lo busqué. Pero a donde sea que yo caminara sólo había oscuridad. No, tenía que encontrar a Hoseok, ¿Dónde estaba? ¿Dónde estás Hoseok?
Y un fuerte sonido fue lo que recibí. Cerré mis ojos y sujeté mi cabeza, ese sonido taladraba con dolor mi cabeza y oídos. De un momento a otro el sonido paró, abrí mis ojos poco a poco, sólo para encontrarme acostada en mi cama, mirando hacia el techo.
¿Eh? ¿Mi habitación?
Miré hacia un lado, mi ventana dejaba pasar un poco la luz mañanera, él cantó de los pájaros fuera de mi ventana se escuchaban.
Un sueño... había sido sólo un sueño. Cubri mis ojos con mi mano, sonreí como tonta, había tenido un sueño con Hoseok. Creo que ver vídeos en las noches de ellos te hacia soñar con ellos, además dicen que tu subconsciente sueña con lo que más deseas. Y yo deseaba conocerlos. Suspiré, sí, había soñado con conocerlo e incluso había soñado que él estaba enamorado de mí, que fantasiosa.
Había sido un sueño, sólo eso, pero fue un hermoso sueño. Uno que jamás olvidaré.
Fin.
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Dream World (Jung Hoseok)
Fiksi PenggemarJung Hoseok es uno de los integrantes de BTS, una famosa banda Coreana de K-pop. Lizzy va a un concierto de ellos, ella está feliz de poder verlos. Pero grandes cosas pasan en ese concierto, cosas que la sorprenderán. Y dará inicio a una historia...