Libro 1/2
El tiempo pasa, las heridas no sanan, sus almas lloran. Ella tomo la decisión, la nueva reina de la manada Red Demon. Él, destrozado por dentro, alfa de la manada Blue Moon. Ellos almas gemelas, separados por todo, pero... El destino quie...
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Hailee Steinfeld-Love Myself
Me encontraba en mi cabeza, hace tiempos que no había estado aquí, todo era silencio ¿acaso ya estaba muerta?
A veces la muerte es castigo para algunos, para otros un regalo pero para mí sería un favor... un favor que nadie quiere hacer, ni siquiera yo misma.
Me senté mientras jugaba con mis manos y analizando mi situación.
Sentí frió, un frió que me ponía los pelos de punta, era como tener miedo, me acune ocultando mi cabeza en mis piernas. Mi corazón daba alertas a todo mi cuerpo, era como sentir millones de hormigas caminando en ti.
Mis sentimientos se encontraban nublados, el odio se quería apoderar de mí, era inevitable no sentirlo, lo único que quería era dejar de pensar para dejar de sentir emociones.
Escuche pasos llegar a mí y levante la cabeza, me aleje inmediata mente por miedo.
— ¿Qué...que?—de mis labios las palabras no salían.
—Emily...
Me levante y corrí, todo se encontraba vacío pero correría de ella, no otra vez... no de nuevo.
Ella se posiciono delante de mí y me sonrió. Pensaba que me atacaría pero me equivoque, se hinco ante mí y sonrió.
—Emily, soy Zoe, tu demonio—sus palabras eran tan suaves, era como yo.
—Tú... tú deberías estar muerta...—dije con dureza. —lo sé, te lo explicare todo.
Tomo mi mano e indico que me sentara con ella.
— ¿Qué quieres?—pregunte brusca.
—yo soy Zoe, Demonio de Arlet, ahora te pertenezco...yo no soy como Arlet.
—no entiendo, si eras su demonio eras igual que ella.
—no Emily, es como Maximiliano he Iker, ambos son distintos.
—Maximiliano es bueno...
—créeme que lo sé—dijo de manera picara.
Eso es raro.
— ¿Entonces Arlet te obligaba a hacer cosas malas?—pregunte y ella asintió.
—como los de los lobos nosotros también tenemos una historia, la nuestra es sobre mí. Yo soy poder, soy demonio al ser condenada. Nosotras fuimos controladas por Arlet, sin embargo pudiste matar a su alma que controlaba mi poder. Ahora te pertenezco, lo único que te pido es que no me utilices como lo hacía ella, era desastroso ver a todas las personas sufrir...
Sus palabras eran sinceras.
—no soy como ella—dije y ella se levantó— ¿entonces eres como mi demonio?—pregunte y ella asintió.
—eso soy, soy lo que Aisha es para Danasha.
—ya veo... ¿pueden desaparecerte de mi lado?—pregunte al recordar que a Danasha le quitaron su demonio.
—sí. Al hacerlo puedes encerrarme pero tienes que tener en cuenta que Arlet te escogí a ti porque solo tú podías controlar mi poder, no muchos pueden tenerlo.
— ¿Esa es la razón para que no escogieran a Elena?—pregunte y ella asintió.
—sí, siento mucho lo que Arlet hizo...
—No te disculpes...—ella sonrió, era raro ver alguien parecida a mí.
—ahora conservas mi marca, espero no la confundas...—dijo y asentí.
Cerré los ojos para poder despertar.
El lado derecho de mi cama se encontraba desordenado, vi abajo y ahí se encontraba Maximiliano tirado, despertara adolorido.
Me levante aún con la nariz roja, me enferme...
Vi mi muñeca y dos alas se encontraban, era linda, me fije al espejo y mis ojos se encontraban rojos. No me sentía enojada ni nada por el estilo, me sentía bien, era como volver a nacer y no conocer nada.
