Sólo Una Vez Más

Capítulo 14

A punto de probar bocado por fin después de las largas clases que había tomado, escuché una voz grave (claramente fingida por una chica). Dirijí la mirada hacia la fuente del sonido y me encuentro con una joven parada detrás mío de mediana estatura con una bandeja entre las manos, (por no decir muy baja) cabello largo, castaño, ojos grandes cafés... ¿o verdes? Ambos, por lo visto ambos colores comparten el iris de cada globo ocular que posee.

Definitivamente ya había visto a este ser del inframundo pero no con tanto detalle, es linda supongo. Y sí que recuerdo las veces que la he visto en especial aquella en la que casi le parto la cara.

—Hola... tú

—Sí. Yo Kendall, voy a sentarme —dice cometiendo la acción antes mencionada. ¿Qué le sucede? Hace unas días quería golpearme y ahora se sienta a un lado mío—. Y... ¿Qué te parece Barriers de "barrer"? —cuestionó en un tono resentido antes de introducir un papa frita a su boca.

—Bien, es linda... Aunque no te he barrido la cara aún —mencioné lo último en un susurro.

—¿Qué dijiste? —volteó al instante con un tono forzadamente calmado.

—Nada, sólo es muy acogedora. Así que estás aquí ¿por un reto? O ¿te pagaron?

—¿Ya no me puedo sentar donde yo quiera? —fingió sentirse ofendida.

—Esta no es la única mesa libre.

—Bueno, te vi sola y dije... Nada, en realidad no dije nada sólo estoy aquí porque sí.

—O te dejó abandonada tu amigo...

—Seeeeh, siempre entra a todas las clases

—Ya veo; tú dices "vayamos al billar" él dice "tengo clase", tú dices "vayamos a comer " él dice "tengo clase", tú dices "mierda voy a morir, necesito ir al médico" él dice "tengo clase"

—JAJAJAJA, ¡Exacto! ¿cómo mierda sabes eso?

—Mi amigo era así; siempre quería ir a todos lados y yo siempre tenía clases —digo y me mira ansiosa. Bien, se viene una larga charla.

Levi

Un momento de paz en clase, pero a penas salgo y ya miro a la loca de Kendall caminando en dirección a mí.

—¿Ya estás libre? ¿O irás a tomar la clase de "sin materia"?

—No, iba hacia la clase donde no le dan paso a desequilibradas, entiendo que te la tengas que saltar también —comencé a caminar.

—Ja-ja-ja ahora, sígueme —ordenó tomando mi brazo en un intento de arrastrarme hacia el mundo de las drogas seguramente. Pero no puse resistencia ya que de alguna u otra forma terminaría llevándome con ella.

—¿Y ahora que carajo quieres hacer?

—Hablar.

-¿Tú? ¿Arrastrándome sólo para hablar?

—Sí, pero no sólo nosotros dos.

—No voy a abogar por ti contra un distribuidor de baratijas al cual le debes dinero, de nuevo.

—De manera amistosa, con alguien de Barriers.

—¿De Barriers? No, gracias.

—Bueno, en realidad es de Lyolvell transferida a Barriers.

—Oh no, ya sé de quién estás hablando —gruñí mientras colocaba dos falanges en el tabique de mi nariz algo estresado por la situación—. No iré a ningún lado.

—Bueno —dijo soltándome—, tarde o temprano tendrás que verla... Comparten carrera —terminó la oración con una sonrisa maliciosa y golpeteando las yemas de sus dedos entre sí repetidas veces.