Llegó el día, uno aburrido, me sentía cansado, prácticamente tratando de formar una nueva personalidad, Alex no contestaba el móvil, aun así esperaba poder verla.
-Alex, ya tienes que irte-dijo mi madre
Fui al colegio, los pensamientos eran bajamente frecuentes y poco interesantes.
Al entrar a los pasillos escuche murmuros, la noticia del asesinato se había esparcido, me levanté muy tarde esta mañana, posiblemente por ello no ví la noticia. Sara no estudia, solo la podría ver fuera del colegio y la veré más seguido, ya acabara la escuela. A la izquierda del pasillo y gritandome un apodo estaba Taylor-Alejandro!... ¿por qué huyes?
No estoy huyendo... solo no me interesas.
-Woow, Alex! No te quieras pasar de lista
-lista?... perdona...pues si parezco chica, pero ¿el homohabillis que acaba de descubrir su pulgar opuesto dice qué?...
-¿Qué?
No puede ser ¿fue en serio? Mi mente lanzó una risa chisporroteante, Taylor había dicho " que"! no pude ocultarlo, mi mueca que formaba surcos en mis mejillas, era acompañada de una pequeña gran carcajada, me veía confundido, y no había entendido mi broma, yo suelo hacer chistes así y solo terminan dando gracia a mi y pena ajena.
- ¿te crees muy graciosa?
-gracioso*... ja,ja,ja,ja,ja no pude evitar la carcajada, los compañeros solo me observaron, con una expresión rara, pero que importa ya me había reído, mi mente se despejó, que buen momento. Diferente forma de enfrentar a mi "bully". Taylor me miró, no inspiraba rabia, en sus pensamientos la emoción era menosprecio, lo miré
-(...)
- No te rías idiota! Das miedo, maldito freak.
- lo siento, es inevitable, de alguna manera alguien de los dos lo tiene que hacer, me golpearías ¿no es así?
- No vales la pena...
- (...)
Se fue, no me lo creí, no pensé que funcionaría. Otra vez fui centro de atención, mis compañeros nunca entenderán que a ese tipo de personas hay que enfrentarse.
En clase de literatura se propuso escribir sobre un autor, yo elegí a Lovecraft pues historias como the "call of Cthulhu" o " Dagon" eran de mi agrado, el terror que impregnaba en sus personajes era de tipo psicológico y ellos mismos tendrían que pelear contra sus propios monstruos, generaba conflictos emocionales en sus personajes lo cual me atraía.
Me pasé pensando sobre aquel personaje, terminó la escuela y me dirigí a casa de Sara, el clima estaba nublado, el viento chocaba suavemente en la copa de los árboles, dos manzanas atrás del colegio estaban unos niños jugando con una pelota, sus risas daban un sentido de alegría dando un toque muy agradable a esta tarde.Llegué al lugar, este tenía un aspecto viejo y tétrico, se encontraba el buzón abollado en el cual se leía "Bundy", ¿el apellido de Sara? Me imaginé como combinaría con el mío. También había en el jardín un árbol seco, el espacio estaba cercado y lleno de maleza, la fachada estaba pintada de un color verde con un techo de color grisáceo y tenía cuatro ventanas todas embarrotadas.
Un sonido metálico resonaba, las hojas secas caídas sobre el jardín formaban pequeños montones haciendo denotar que no daban alguna rastrillada al lugar, los tubos de metal se volvían flautas que emitían un pitido agudo dando ambiente al escenario que parecía desolado.- Sara... ¿estás ahí?
(...)
No tuve respuesta alguna, así que tomé un guijarro de la calle y comencé a hacer sonar con la reja del lugar. Impaciente me dispuse a ir a la parte trasera, en mi recorrido no escuché el pensamiento de algún alma, así que podría hacer todo el ruido que gustase y sin cuidado. El edificio me inquietaba tal parecía que estaba abandonado ¿cómo podía Sara vivir aquí? Ya adentro exploré el lugar: la sala solo tenía un sofá, aquel sobre el que me recosté en esa vez y también había un televisor pequeño, en la pared se encontraban dos cuadros uno de Sara con una mirada sonriente sosteniendo el bate con el que me golpeó en un campo de béisbol aquí en Killen y otra la cual estaba rasgada por lo que pude notar era una mujer de cabello largo y lacio que posaba para un retrato portaba un aspecto serio e inspiraba un sentimiento que me perturbaba pues sentía que me miraba fijamente. Abandoné esa habitación por que me sentí muy inquietado.
Subiendo las escaleras para llegar a la planta alta comencé a escuchar música y seguí el sonido de aquella la cual me llevó por un pasillo hacia una habitación entreabierta, ahí se encontraba ella a medio vestir, agitando la cabeza, tambaleandose y revoloteando sobre su cama, moviéndose mientras se podía escuchar a "RAMONES", bailando con los ojos cerrados siendo una con la guitarra.
Al verme se sonrojó y de lo lindo, aquel tono rosáceo que coloró su cara era de lo mas lindo que pude haber visto en mi vida.
ESTÁS LEYENDO
En Tus Pensamientos
Teen FictionEsta es la historia de tres adolescentes que viven en la ciudad de Killen, Sam, Tim y Alex tres chicos excluidos y diferentes al resto. Ninguno de ellos se conocen, pero comparten un don: leer los pensamientos de la gente. En Killen comienzan a sur...