III. 44.

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En cuanto Heechul terminó de grabar para su programa, se ofreció a llevarme de regreso a la compañía, donde me esperaban largas horas de práctica de la coreografía, dado que había estado todo el día fuera. Él se quedó conmigo un rato, guiándome en cada parte de la coreografía, específicamente en el que haría el cambio de cantar a bailar. Pero luego, cerca de las 10 PM, luego de verlo bostezar 100 veces por minuto, le dije que era mejor que fuera a descansar.


- ¿Estás segura que no quieres que te lleve ya a la casa? - negué con la cabeza ante la oferta de mi entrenador por enésima vez y le empujé fuera de la sala de ensayos.

- Sunbae, ve a descansar, yo pediré un taxi para regresar. - le sonreí, intentando que se tranquilizara un poco, pero él comenzó a rascar su nuca, indeciso. - Estaré bien. - Heechul suspiró.

- ¿Segura?

- Segura. - repliqué y solo entonces, él asintió y se alejó por el pasillo.


Puse la música una vez más, intentando concentrarme en cada paso de la rutina, cada movimiento, cada giro que debía hacer. Pero era complicado con el cansancio encima y con la insistencia de mi mente en volver al mensaje de Jimin.


"¿Quién crees que la escribió?"


¿Qué se suponía que significaba eso? ¿Se estaba haciendo el interesante? Madre mía, Jimin jugaba con mi cabeza como si fuese su videojuego favorito.

Concéntrate, me dije a mí misma y en vista de que ya había arruinado la rutina, volví a comenzar desde el inicio. Tarareé la canción que debía cantar mientras hacía lo que Heechul me había pedido y cuando surgió el cambio para el resto de canciones, intenté con todas mis fuerzas no distraerme. Pero, cuando me vi al espejo, por alguna razón, recordé cuando Jimin y yo habíamos bailado en Texas.

Sacudí la cabeza la instante, intentando alejar los pensamientos de mi mente, y luego, me senté en el suelo con las piernas encogidas hacia mí. Apoyé mi cabeza sobre mis rodillas y me abracé a mi misma. El cansancio y la confusión no eran una buena mezcla.


- ¿Necesitas ayuda?


Esa voz.

Levanté la cabeza al instante para asegurarme que no había sido producto de mi imaginación y entonces, lo vi recargado contra el marco de la puerta y con los brazos cruzados. Su cabello estaba despeinado y por la forma en la que su camiseta se pegaba ligeramente a su cuerpo, había estado ensayando también.


- Hola, Jimin. - saludé cuando noté cómo comenzaba a acercarse a mí para ayudar a levantarme del suelo. Me extendió la mano para que se la tomara y cuando lo hice, sentí una corriente de electricidad recorrer todo mi brazo. - ¿Qué haces aquí? Pensé que todos los grupos ya se había ido a casa. - él rió.

- Yo soy entrenador. - me recordó. - Además, necesitaba relajarme un rato. - asentí ante su mirada atenta y dirigí la mirada al suelo. - ¿Qué haces tú aquí? Y más importante, ¿por qué estás bailando sola un mashup de mis canciones?

- No, no, espera, no es lo que sea que pienses. - repliqué rápidamente, provocando su risa, una vez más. - A mi grupo le ha tocado BTS.

- Al mío le tocó EXO.

- ¿EXO? ¿El grupo de...?

- Sí, el grupo de Xiumin. - respondió al encogerse de hombros. - Me parece que quieren ver cómo reaccionamos a eso. - me quedé en silencio, pensando en lo que decía, pero aunque quise, no supe qué responder. La situación era incómoda para mí, debía ser el triple de incomodo para él. - Entonces, ¿necesitas ayuda?


Quise decir que no, pero mi rutina era un desastre y él, después de todo, era quién había bailado esas canciones por años. Así que acepté y en buena hora lo hice, porque con él pude entender cada paso y movimiento, para la medianoche.

Bailar junto a Jimin era lo mejor del mundo. Me gustaba ver cómo cada paso parecía cobrar vida cuando lo hacía y la expresión en su rostro al moverse. Era cautivante, casi hipnotizante, y él parecía saberlo bien, porque de rato en rato, volteaba a comprobar si continuaba viéndolo fijamente.


- Lo haces muy bien, Amanda. - dijo Jimin mientras tomabamos un pequeño descanso, sentados al fondo de la sala con botellas de agua en nuestras manos. - Creo que puedes ganar esta competencia.

- Eso sería lindo. - repliqué antes de darle un sorbo a mi botella. - No me ilusiono mucho con la idea porque cualquier cosa puede pasar, pero me gustaría ganar.

- Si quieres algo, lucha por ello.

- ¿Como tú lo hiciste? - Jimin asintió con una leve sonrisa en el rostro, recordando la última conversación que habíamos tenido en el pasillo, antes de que Heechul me sacara a rastras. - Lamento lo que pasó ese día.

- Al menos escuchaste lo que tenía que decir. - él bajó la mirada hacia sus manos, entrelazadas con la botella en medio de ellas, y humedeció sus labios lentamente. - ¿Te puedo preguntar algo?

- Después de haberme ayudado, lo que sea. - Jimin se animó a verme a los ojos y cuando lo hizo, sentí cómo me debilitaba.

- ¿Por qué querías saber sobre The Truth Untold? - tragué saliva en señal de nerviosismo y tome un poco de aire para responder.

- La escuché esta mañana y la letra me llamó la atención. - respondí, intentando no darle mucha importancia, pero Jimin y su mirada fija no me lo permitieron. - Busqué en internet y vi que había sido escrita por el líder de tu grupo, Namjoon. Ha sido una muy...

- Amanda. - me interrumpió y al hacerlo, tomó mi mano de imprevisto, haciendome dar un salto en mi sitio. - La escribí yo.

Serendipity | BTS - EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora