III. 52.

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Mientras caminaba por los pasillos de mi compañía, no pude evitar sonreír al recordar la noche anterior con Jess, los chicos de EXO y, en especial, Min Seok. No solo me había reconciliado con el hombre perfectamente hecho para mí, sino que había logrado ordenar en mi cabeza todos los pensamientos que me habían estado rondando por mucho tiempo.

Desde el momento que había vuelto a los brazos de Min Seok, sentí un peso menos encima. No me había dado cuenta de lo mucho que me dañaba el conflicto interno que cargaba conmigo hasta que lo dejé ir y tomé mi decisión. Me sentía más libre, más feliz, más plena.

Solo me faltaba hacer una cosa para dar por cerrado todo: hablar con Jimin.


- Hey, Mandy. - saludó Heechul antes de acercarse a darme un abrazo. - Felicitaciones, pasamos a la final. Tengo el mejor equipo del mundo.

- No iba a dejar que nos ganaran. - repliqué contenta. Heechul asintió con una sonrisa un tanto nostálgica.

- Falta muy poco para que esto acabe. - dijo, logrando borrar la sonrisa de mi rostro. No me gustaba pensar en el fin de la competencia, en el fin de mis días en la casa de bailarines, de mi fin en el equipo de Heechul. - Todavía recuerdo el día que nos conocimos.

- ¿Te refieres a cuando te odiaba? - mi mentor se permitió reír unos segundos, pero cuando su risa se apagó, su expresión lo hizo igualmente.

- Mandy, sin importar cuál sea el resultado final de esta competencia, estoy contento de haber sido tu mentor.

- Me harás llorar, sunbae. - le advertí, dándole un golpecito en el hombro. - Siempre te recordaré. - los ojos de Heechul parecieron nublarse ligeramente y tuve que tragar saliva para disolver el nudo en mi garganta.


El cariño que le había tomado a Heechul no me permitía ser fría ante la inminente despedida. Heechul se había convertido en mi Harrison coreano. Me había cuidado, me había protegido y me había enseñado. Nunca le olvidaría.


- ¿Crees que yo te olvidaré? Claro que no. - me aseguró, antes de tomarme por los hombros y atraerme a su cuerpo en un abrazo. - Mandy, quédate, quédate en Corea.

- ¿Me lo estás preguntando o exigiendo? - bromeé, intentando distraerme para no llorar.

- Te estoy haciendo una propuesta. - explicó. - Te prepararé y te ayudaré a construir tu carrera.

- ¿Es enserio? - Heechul rió, por fin.

- Nunca bromeo con estas cosas.

- Quiero quedarme. - admití. - Pero necesito pensar bien todo, ¿está bien? - él asintió. - Te prometo que solo tomara un par de días. En cuanto sepa la respuesta, seras de los primeros en saber.

- ¿El primero será Min Seok? - quiso saber, sacandome una sonrisa con la mención del jóven. - Soy tu mentor, es mi deber saber qué pasa contigo.

- Eres como un espía. - bromeé.

- En realidad fue solo porque soy muy amigo de Baekhyun y él me contó todo. - replicó, uniéndose a mi risa. - Incluso me mandó fotos del momento exacto en el que tú y Min Seok se reconciliaron.

- Entonces es cierto. - intervino alguien a mi espalda, haciéndome dar un salto en mi sitio.


Jimin.


- ¿Podemos hablar? - pidió el joven ídolo y luego de despedirme de Heechul, lo seguí a una pequeña terraza que había en la compañía. Me había preparado mentalmente para esa conversación con Jimin, pero vivirla era algo diferente. - Volviste con Min Seok.

- Sí. - repliqué sin duda de mi decisión.— Te dije que lo pensaría y lo hice, pensé mucho en la decisión que debía tomar. - Jimin asintió con la cabeza agachada y aunque quise que no me afectara, lo terminó haciendo. Pero debía ser firme, yo sabía lo que quería, yo sabía a quién había elegido, y no me iba a retractar. - Me di cuenta que Min Seok es el hombre a quien amo y que, si bien tú y yo tenemos una historia juntos a cuestas, no es suficiente. Tú y yo nos conocimos por una bonita casualidad, nos llevamos bien y sí, me gustaste, pero luego te fuiste lejos y durante ese tiempo, yo cambié, crecí y encontré en el camino a una persona que me complementa perfectamente. - Jimin levantó la mirada con los ojos llenos de lágrimas y supe al instante que lo hacía para hacerme sentir culpable. Así que tomé una bocanada de aire y me armé de valor para continuar. - En lugar de estar feliz por mí, quisiste arruinarlo, Jimin, y ¿para qué? Querías recuperar nuestra coincidencia, algo que vivirá en nuestra memoria y tendrá que quedarse allí.

- Yo te quiero, Amanda.

- Tal vez. - dije, desviando la mirada unos segundos para retomar aliento. - Pero lo que hiciste fue solo para no perder contra Min Seok, no por mí. - Jimin se quedó inmóvil, confirmando mi teoría. - No te voy a decir que jamás sentí algo por ti, porque sí lo hice, Jimin, te quise mucho.

- Pero a él lo amas. - asentí y él soltó un suspiro. - Esto es una despedida, ¿verdad?

- Me temo que sí. - Jimin se acercó lentamente y acarició con sus manos mis brazos.

- Fuiste mi serendipia, Amanda, fuiste mi descubrimiento inesperado, cuando no lo buscaba. - susurró muy bajo.

- Serendipia. - repetí, permitiéndome sonreír débilmente. - Sí, nosotros fuimos una serendipia, pero ahora tenemos que continuar. - Jimin asintió, lo había entendido.

- Está bien, Amanda, reconozco mi derrota. - dijo al cabo de un rato en silencio. - Espero que seas feliz, muy feliz, y que llegues lejos. Eres una gran mujer, Amanda, Min Seok es muy afortunado de que lo hayas escogido a él.

- Gracias, Jimin. - susurré, antes de darle un abrazo. - Tú también sé feliz, ¿bien? Hay alguien allá afuera para ti, solo espera un poco.


Mientras los brazos de Jimin me apretaban con fuerza, negándose a dejarme ir, me despedí de él, me despedí de mis sentimientos y de la historia que teníamos juntos.

Adiós, Jimin.




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No manchen, de verdad me puse a llorar cuando escribía esto. ¿Que les ha parecido?

Serendipity | BTS - EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora