Capítulo 1

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Las manecillas del reloj no avanzaban y eso estaba acabando con la poca paciencia del mafioso.
- señor hemos encontrado la dirección del traidor- avisó Henry su hombre de confianza así que salió con dirección a ese niñato que trató de jugar sucio.

Una pequeña casa blanca apareció frente a sus narices, así que ese era la cueva de ese chiquillo que trató de burlarse de él.

Iba acabar con ese pequeño problemita de una buena vez así que con su arma calibre 22 y junto a varios de sus hombres se acercaron a la pequeña casa y con una patada lograron abrir la puñetera puerta. Miraron todo el lugar y en el se encontraba el traidor que trató de robarle una mínima parte de su cargamento para consumo personal.
- sabías que burlarte de un mafioso es lo peor que puedes hacer niñato- dijo amenazadoramente con una sonrisa maliciosa.
- por favor perdóname jefe le devolveré cada centavo- dijo el chiquillo con temor.
- no, no, no yo nunca perdono las traiciones por mínimas que sean- dijo paseandonse por el living de la pequeña casa.
- por favor- rogó el chiquillo con lágrimas en los ojos.

Ella se acercó a casa después de un día rutinario de trabajo, estaba cansada y lo que más deseaba era llegar a dormir. Sus ojos se abrieron como platos al mirar la puerta de su casa desbaratada y dos autos negros parqueados fuera de ella.

Salió inmediatamente de su viejo cacharro y se acercó con una mirada de horror, pero lo peor de todo fue cuando un hombre alto, robusto y temible la agarró adentrandola aún más a la casa.
-Jefe tenemos compañía- dijo el tipo desconocido y el otro desconocido que estaba de espalda se dió la vuelta.
- vaya, vaya pero mira a quién tenemos aquí- dijo él sonriendo con malicia y la castaña lo reconoció de inmediato.
-usted- dijo con ironía la muchacha.
-por favor no le hagan daño, ella no tiene nada que ver en ésto- dijo el joven preocupado y la chica lo miró preocupada, su hermano parecía atemorizado y en ese momento miró todo su alrededor habían varios hombres con armas y en ese instante notó el peligro, pero una duda que trancitaba en ella era ¿Quién era esa gente?.
- así qué la brujita es importante para ti- dijo Mariano mirando al traidor.
-¿Quiénes son ustedes?- preguntó la castaña tragándose el miedo que estaba empezando a crecer en ella.
- Donde están mis modales- fingió indignación el mafioso. - soy el mismo que chocó tu carcacha- dijo divertido el pelinegro y ella lo miró mal.
-tito no es una carcacha- dijo ella enojada con ese fulanito que invadió la intimidad de su casa.
- así que el cacharro tiene nombre- dijo de forma burlista el mafioso.
- por favor déjela ir- rogó el chiquillo y él sonrió con malicia.
- tienes muy mal gusto para novios- dijo el pelinegro con un poco de reproche en su voz.
-no es mi novio es mi hermano- dijo ella rodando los ojos así que el mafioso alzó una de sus cejas.
- llévese a la chica- ordenó el mafioso a uno de sus hombres.
-no suelteme mastodonte- gritó ella pataleando mientras la sacaban de la casa.
- no Vanessa- gritó Ryan cuando sacaron a su hermana. - por favor lleveme a mí, mateme si quiere, pero a ella no por favor- lloró el chiquillo y él rió sin gracia.
- te vez patético- dijo Mariano. - el que da las órdenes soy yo- prosiguió el mafioso. - y eso es para que aprendas que con la mafia no sé juega- añadió y después salió de la pequeña casa subiéndose a uno de sus autos para dirigirse hacia la bodega que tenía fuera de la ciudad.
- saquemen de aquí- gritaba con toda su fuerza, ese estúpido mastodonte la había encerrado en el capo de un auto y todo estaba oscuro. -van arrepentirse- gritó mientras lágrimas empezaba a bajar por su mejilla.

Tenía miedo no lo negaría, no sabía quienes eran esas personas, pero ella no era estúpida para no darse cuenta que eran peligrosas y que su vida estaba corriendo peligro aunque no sabía el porqué.

El auto frenó de forma brusca y su cabeza chocó con algo duro.
-aush- dijo sobándose la zona afectada y el capo fue abierto por el mismo mastodonte que la metió.
-llegamos a tu morada princesa- dijo el hombre con malicia y ella agarró lo primero que tenía cerca golpeándolo.

El hombre retrocedió por el golpe y ella trató de correr lo más lejos posible, pero le fue impedido por otro auto trató de retroceder, pero el mastodonte la atrapó.

Del auto bajó ese tipejo que le caída como una piedra en el zapato.
- tratando de escapar brujita- ironizó con diversión el pelinegro. - eso es lo más estúpido que podrías hacer- prosiguió sacando una arma de su espalda. - por qué no tienes idea a lo que te enfrentas brujita- añadió colocando el arma en la frente de la castaña que temía por su vida en ese momento, pero ella parecía estar loca por lo que iba hacer.

Sacó la valentía que no tenía y escupió en el rostro del mafioso.
- mátame si te crees tan machito- dijo ella y él apartó el arma limpiándose furioso la cara.

Esa chiquilla iba a conocer quién era Mariano García eso estaba claro.
- esa rebeldía la vas a pagar muy caro- amenazó y después se dirigió escupiendo fuego por culpa de esa chiquilla insolente, aunque por un lado la admiraba por las malditas agallas que la bruja tenía.

Oh oh Vanessa en que te has metido...

¿Les gusta? Mis queridos mafiositos 😘.

Les quiere Yarlin 💜

Mi temido MAFIOSO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora