Mi temido MAFIOSO

Capítulo 27

Los dos caminaron por el jardín con las manos unidas sin decir ni una sola palabra y cada uno iba sumido en sus pensamientos asemejando lo sucedido, pero ella debía decir algo con respecto a eso, debía admitir que le había encantado escuchar que la amaba y que nada había sido un juego.
—Lo que dijiste en el río — dijo la castaña mientras tomaba aire y llamaba la atención del mafioso. —Me gustó mucho — admitió y Mariano sonrió con ilusión. —Debo admitir que el paseo a caballo no estuvo nada mal— añadió y él la miró como si fuera lo más hermoso del mundo.
—Me encantas — fue lo único que pudo decir Mariano mirándola a los labios que inmediatamente se unieron en un vaivén sin parar.
—Patrón, patrón — lo llamaron interrumpiendo ese apasionado beso.
Con rabia Mariano miró al hombre que lo había llamado, pero lo miró desconcertado por la mueca que tenía de preocupación, pues había interrumpido a su jefe con la hermosa señorita que tenía al lado.
—¿Qué pasó? —preguntó el pelinegro y el chico suspiró tranquilo.
—Agarramos a tres intrusos que andaban preguntando por usted en la ciudad — avisó el chico y Mariano frunció el ceño. —En este momento están en las bodegas, están esperando sus órdenes— añadió el chico y la brujita lo miró con interrogación.
—Tengo trabajo nos vemos más tarde — avisó Mariano robándole un beso corto y se fue con el chico.

Se quedó mirando a la nada después que el hombre que estaba adentrándose dentro de sí misma desapareciera como si nada.
—Mi muchacho — la asustó una voz detrás de ella. —Éste es su trabajo, así que acostumbrate o vete de su lado— dijo ponzoñosa la mujer canosa mirándola mal. —Presiento que lo vas a terminar lastimando — continuó aquélla mujer. —, y él no se merece eso— añadió con una mirada de rabia para luego seguir su camino. Esa mujer estaba loca, y cada vez daba más miedo, pero eso no iba hacer que la separará de Mariano, ella no quería lastimarlo y lo de su "trabajo" podía soportarlo con tal de estar a su lado.

Mariano bajó las escaleras preguntándose quiénes serían aquellos intrusos, acaso los había mandado Johan o Anaris ¿Qué podía a ver detrás de eso? Pero al llegar a bajó y mirar a las tres personas que estaban amarradas lo supo de inmediato.
—¿Dónde tienes a mi hermana miserable? — preguntó aquél niñato mirándolo con rabia.
—Ella está conmigo no tienes que preocuparte Ryan— dijo juguetón y el chico tensó sus músculos. —Se encuentra como un reina si es lo que te preocupa — añadió el mafioso sonriendo con soberbia.

Tan tan tan aquí estoy...
Ayer no publique, tenía dolor de cabeza aveces me da migraña y por eso hasta hoy les dejo el capítulo de ayer mis mafiositos 😘😘😘 así que lo disfruten, nos vemos el lunes si Dios lo permite besos.
Les quiere Yarlin 💜