Éramos como el sol y la luna,
Estábamos destinados a estar separados.
Pero el me demostró su amor, cuando murió
Para dejarme brillar con su luz.
La muerte es algo que muchos consideran inexplicable, no hay razón, solo sucede. Para muchos es un castigo, un regalo e incluso un favor. Supongo que para ti, siempre fue tu verdadero ser.
A pesar de todo, no podía morir de soledad, porque aunque estabas conmigo, al mismo tiempo no lo estabas. Pero, te dibujaré en el tiempo y recordaré cada momento que vivimos juntos. Te acompañaré en este silencio ensordecedor, pero no permitas que la realidad haga ruido en mi memoria y que te separes de mí. No te dejaré ir y pensaré en ti cuando ya no estés a mi lado y sienta tu ausencia. No descansarás en el olvido, siempre estarás en mí. Observaré todos los logros de mi vida pasada y me deprimiré, porque ya no estarás aquí, aunque tu cuerpo esté presente en mí y tu alma este en otro sitio.