CAPITULO 1

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*Narras Tú*

Desperté gracias a los rayos del sol que resplandecian en mi rostro y por el alegre y tranquilizante canto de las avecillas; me levanté, corrí la cortina, abrí la ventana y respiré el cálido aroma de la naturaleza.

Era un viernes especial, justamente hoy había empezado el verano, era un día lindo y soleado, y no sólo eso, sino que también era mi último día de clases, al fin, después de un año muy agotador, lleno de estrés por las tareas, proyectos y exámenes, había llegado mi momento de descanzo.

La escuela organizó un convivio de despedida al cuál yo no iba a faltar, es algo así como un baile, y aunque yo no tengo pareja como mis amigas, creí que podría devertirme de igual manera, además, no descartaba la idea de encontrar algún novio en el baile.

Eché un vistazo al reloj, son las 8:30 a.m., y nuestra hora de desayunar es a las 9:00 a.m.; para hacer tiempo, abrí uno de los cajones del tocador y saqué una libreta la cuál era mi libreta personalizada de dibujo, yo amo dibujar, es uno de mis hobbies; en fin, lo primero que se me vino a la mente fue un príncipe encima de un caballo blanco, cómo en las películas de las princesas, así que me senté en la cama y empecé a plantear mi dibujo. Pasaron los minutos y yo no les presté atención, estaba muy concentrada; hasta que, ¡una almohada fue lanzada hacia mí!

-¡Ouch!-Me quejé-Sé que estás aquí Bryan-Dije fingiendo amargura-.

-¡Rayos!-Exclamó y se hizo aparecer-.

En ese momento, le lancé la almohada para obtener mi venganza y me eche a reír.

-¡Ja! ¡Mi venganza, hermanito!-Burlé-.

-¡Hey! Aquí la pequeña eres tú, hermanita-Me dijo, se acercó a mi, y me empezó a hacer muchas cosquillas-.

-¡Basta! ¡No más cosquillas, por favor!-Gritaba y me atacaba de la risa a la vez-.

-No lo creo hermanita, ¡muere de risa!-Dijo como dulce vengativo-.

-¡Yaaaa!-Grité llorando de risa-.

Logré liberarme, me inqué, y me trepé encima de él, cómo si fuera mi caballito; entonces, empecé a golpearlo suavemente y con cariño, hasta que mamá entró a mi habitación.

-Niños, ¿qué sucede aquí?-Dijo mamá, sorprendida-.

Paré de golpearlo, sólo para prestarle atención a mamá, pero aún seguía encima de él.

-Sólo estabamos jugando, mami-Le dije con una gran y justificante sonrisa-.

-Ay, ustedes no parecen adolescentes, son como unos niños chiquitos y muy traviesos-Dijo dulcemente-.

-Así nos amas, ma-Dijo Bryan con simpatía-.

-Eso si, los amo mucho, muchísimo-Afirmó mientras nos da un beso en la frente a cada uno-.

-Ay, mamá-Dijimos Bryan y yo avergonzados-.

-Ay nada, por cierto, ya lávense las manos y bajen a desayunar; los esperaré abajo-Ordenó-.

-Ok-Contestamos Bryan y yo seriamente-.

Inolvidable (James Maslow y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora