Inolvidable (James Maslow y Tú)

CAPITULO 4

Al observar el dibujo caer, me levanté y fuí hacia el, para recogerlo.

Al verlo, recordé que era un dibujo que habia hecho hace algunos años, no tenía mucho. El dibujo es de mí con toda mi familia, en cuánto lo tomé, lágrimas empezaron a caer desde mis ojos, escurriendo en mis mejillas y vinieron a mi mente miles de recuerdos.

-Me gustaría que todo fuera como antes; me gustaría que fueramos esa familia unida que solíamos ser-Dije entre lágrimas-.

-¿Y por qué no luchas por conseguirlo?-Cuestionó una voz piadosa desde la puerta, era Bryan-.

-¿Qué caso tiene? Papá y mamá sólo se interesan en su trabajo, ya no en nosotros, me gustaria que todo fuera como antes, o tan siquiera que nos comprendieran-Dije observándo el dibujo-.

-¿Lo dices por lo que pasó con lo de tu baile de graduación?-Dijo mientras tomaba asiento a mi lado, en el suelo-.

-Pues... ¡no sólo por eso!; mira los hechos, sólo piensan en trabajo y más trabajo, apenas y nos ponen atención-Exclamé sangoloteando el dibujo-.

-¿Y para qué quieres más atención?.

-¿Cómo que para qué?-Cuestioné confundida secándo mis lágrimas-.

-Mira, piensa un poco; si ellos te prestaran atención como hacen la mayoria de los padres con sus hijos, no podrias vivir tranquila, serían muy sobreprotectores con nosotros, y estoy seguro de que a ti eso te fastidiaría-Explicó intelectual-.

-Pero...-Interrumpí-.

-Y además, mírate hermanita, no eres una niñita de cinco años, tú ya puedes cuidarte sóla, ya estás grande, tienes 15 años, eres toda una señorita con la capacidad suficiente para resolver tus problemas-Añadió-.

-¿Y qué pasa si no puedo resolver mis problemas o si necesito consejos?-Contesté triste con voz cortante-.

-Yo estaré ahí para ti cuando me necesites, ayudándote y aconsejándote siempre-Dijo bondadosamente-.

-¿Sabes? Si no fueras mi hermano serías el novio perfecto-Le dije con una gran sonrisa-.

-¡Ay no, guácala!-Exclamó haciendo una expresión de disgusto-.

-¡Idiota!-Exclamé entre risas-.

-Me amas fea-Aseguró-.

-Mucho-Asentí y lo abrazé-.

En ese momento se escuchó que tocaban la puerta de mi habitación, eran mis padres.

-¿Podemos pasar?-Cuestionaron desde afuera de la habitación-.

-Sí-Contesté cortante-.

-Sólo venimos a asegurarnos de que (TN)____ se encuentre mejor-Dijo mamá desde la entrada-.

-Ah, sí, ya estoy mejor-Aseguré seriamente-.

-Bueno; ya nos vamos, nos tenemos que arreglar para la reunión.

-Ok, adiós.