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Nota:

Esta historia tendrá muchos diálogos en Italiano, yo no se Italiano así que como toda novata uso Google traductor así que si hay alguien aquí que sepa Italiano le agradecería si me dijera si algo esta mal escrito. Gracias.

Elio por fin estaba de vacaciones, se encontraba en su casa de verano con sus padres, ese lugar que tantos recuerdos le traía ese lugar, hace solo a pensar tres años en los que había conocido a Oliver, desde ese entonces no lograba sacárselo de la cabeza, no había vuelto a tener ninguna relación amorosa después de Oliver, se había instalado ya y se había ido a dar una vuelta por la zona en bici, definitivamente eso era lo que mas extrañaba hacer con Oliver andar en bicicleta por el lugar. Mientras daba una vuelta por el pueblo logro ver como un autobús llegaba a la parada, perecía que turistas habían llegado a la zona y no solo eso, sino que también un poco mas en la lejanía se lograba ver un edificio de mudanzas, Elio rápidamente supo que se trataba de la gran casa que se encontraba a solo unos dos kilómetros de las suya pues era la única casa que quedaba sin usar por ay, sin mas siguió su camino hacia su casa para contarles a su padres la nuevas noticias.

Habia pasado un mes desde que Oliver había tomado la desicion de irse a vivir a Italia, y Oliver por fin había llegado, el trayecto en autobús no había sido precisamente agradable, ya que viajar con una bebe de diez meses era difícil pues era un viaje largo, primero abordaron un avión de Nueva Inglaterra a Venecia donde pasaron dos días, mientras llegaban sus cosas se habían quedado otros dos días en Roma de camino y después partieron en un camión el resto del transcurso, en el autobús fueron estar 32 horas sentado con una hija de tan corta edad no era precisamente bueno pero hacia donde se dirigían no había un aeropuerto para poder utilizar nuevamente un avión. Cunado bajo del autobús con dos maletas medianas una suya y otra de su hija junto con ella una gran ola de nostalgia lo invadió pero intento sacar esos sentimientos moviendo la cabeza y partió hacia el que seria su nuevo hogar.

Al llegar a su casa, sus padres ya estaban almorzando así que fue a sentarse con ellos, fue asi que en algún momento Elio logro decirles- Sembra che qualcuno si stia muovendo in questa zona(Parece que se va a mudar alguien por esta zona papa)- su padre que aun no sabia las nuevas comento- Bene e come buoni vicini vi daremo il benvenuto(Bien y como buenos vecinos les daremos la bienvenida)- eso fue lo único que se comento del asunto. Solo habían pasado poco mas de dos hora cuando el camión de mudanzas que vio en la lejanía horas atrás estaba siendo estacionado a dos Kilómetros de su casa y empezaba a desembarcar cosas y meterlas a la casa.           

Oliver estaba exhausto por el viaje y al igual que su pequeña quería dormir y relajarse un poco pero aun no podía pues tenia que esperar a los de la mudanza y empezar a desempacar, la casa en si no estaba tan mal era espaciosa y muy bonita, estaba un poco sucia pero con una barrida se arreglaba ademas solo iban a vivir allí dos, eso era lo único que le molestaba la casa era tan grande y espaciosa que probablemente muchas de las habitaciones estarían en desuso, en la casa había cinco habitaciones, cuatro baños, dos salas de estar, una cocina amplia y un pasillo de recepción largo, probablemente solo usaría dos habitaciones, un baño, la cocina, una sola sala de estar y por su puesto aquel pasillo; Por un momento pensó en contratar una ama de llaves pero rápidamente descarto esa idea pues a el siempre le había gustado hacer las teresa del hogar solo ademas aun no conseguía un trabajo allí, tal vez lo mejor hubiera sido mudarse a otro lugar pero no importaba ese era un lugar lleno de hermosos recuerdos, ya se las apañara al fin de cuentas tenia una idea en mente, el único problema era que no sabia cocinar del todo bien, sabia hacer lo básico pero una comida decente lo dudaba, pero no tuvo tiempo para quedarse mas tiempo en sus pensamientos pues habían tocado el timbre; el camión de mudanza había llegado.  

Habían pasado tres días desde que los nuevos vecinos llegara a el pueblo y su padre le había mandado a Elio a ir y ofrecerle esa misma noche una cena de bienvenida a sus vecinos, Elio que sentía curiosidad por saber quienes eran el mismo se había ofrecido para ir a decirle a los nuevos inquilinos la invitación a cenar. Ya pasaban de las cuatro de la tarde y empezaba su recorrido en bici hacia la casa al llegar dejo su bicicleta recargada en un gran árbol de albaricoque, se paro en frente de la puerta y toco el timbre, espero un momento y al abrirse la puerta se encontró con el único hombre que amo. Oliver, justo enfrente de el viendo sus ojos. Oliver ese día estaba extrañamente distraído pues estar en ese lugar le recordaba demasiado a Elio, a su mente llego la primera vez que Elio había sido suyo y las palabras que le había dicho- "Llámame por tu nombre... y yo te llamare por el mio"- para ese entonces algo lo saco de su extraño trance, el timbre de la puerta había sonado se levanto del sofá donde estaba leyendo un libro y fue a atender; y justo lo vio. Elio aquel chico que lo volvía loco, del cual nunca pudo sacarse de la cabeza; Elio estaba justo en frente de su casa, solo lo miro a los ojos.   

Vuélveme a decir tu nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora