Sonreía de oreja a oreja, llevaba entre sus finas manos la carta que le hubiere escrito el mexicano, apretándola contra su pecho; la cita era hoy y, si no quería llegar tarde, debía estar en el aeropuerto en 20 minutos.
Caminaba alegremente dando leves saltitos de vez en vez, mostrando esa aura de seguridad y melosidad por los amplios pasillos llenos de mármol, azulejos únicos y piezas antiguas y caras, que más daba que lo regañasen porque parecía un niño, al fin y al cabo nadie más que ellos lo veían.
Iba tan dentro de su ilusión que no se percató de la mirada preocupada y pasmada de cierto hombre de cabellos castaños claro, sin duda ese comportamiento no era normal en el joven como para encender todas las alertas de su mayor.
─ Aiden... ─ el hombre llamó al rubio rojizo, quien entre pequeños saltitos volteó a mirarlo. ─ ¿a qué se debe esa felicidad y... la pequeña maleta? ─ cuestionó con ese tono neutro y calmado que ocupaba la mayoría de las ocasiones.
─ Oh, ¿esto?, ─ Aiden señaló su sonrisa. ─ es solo una emoción pasajera, no llegará a mayores, y en cuanto a la maleta, ─ alzó la pequeña valija a cuadros escoces. ─ es para el viaje que pretendo realizar.
─ ¿Y a dónde planeas ir, Reino unido? ─ volvió a interrogar el mayor.
─Bueno, México me ha invitado a tomar el té en su morada, sir. Caerwyn, dijo que era para "afianzar lazos", según sus palabras.
Gales suspiró, ¿acaso Reino Unido estaba dispuesto a irse y dejar el trabajo de lado?, no, ni loco se lo iba a permitir.
─ ¿Y con permiso de quién planeas hacer dicha visita, Reino Unido? ─ interrogó ahora con más seriedad.
─ ¿Eh? ─ El adolescente lo miró con duda.
─Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del norte... ─ advirtió Gales.
─Sir. Henry me dio permiso, solo por dos días, me hiso prometer que si la reunión terminaba antes, viniera de inmediato. ─ dijo Aiden con simpleza.
─ ¿Inglaterra te ha concedido el permiso? ─ Caerwyn parecía levemente pasmado por tal declaración.
─Así es, sir Caerwyn; Sir. Henry me ha cedido una porción del tiempo de este año para asistir a dicho evento.─ recalcó Reino Unido con total inocencia reflejada en sus ojitos esmeralda.
─B-bien, siendo así no te detengo más. ─ fue la última palabra de Gales.
─Con permiso. ─ dijo Aiden a la vez que hacía una leve reverencia.
─ Propio. ─ concedió Caerwyn mientras hacía un gesto con la mano para indicarle al más joven que estaba bien marcharse.
Con paso alegre, Aiden retomó el camino, portando una sonrisa traviesa muy propia de él cuando llevaba a cabo una travesura.
En el camino terminó topándose a su rubio Jefe y mentor principal: Inglaterra, quien llevaba varios documentos y trataba de leerlos a la vez que caminaba.
Aiden caminó lo más sigiloso que le era posible, incluso abrazó su valija para pasar desapercibido ante su jefe, pero...
─ ¿A dónde vas, Reino Unido? ─ no contaba con la percepción excepcional del inglés.
─ A casa de México. ─ dijo risueño.
─ Con que a casa de José María... ─ dijo Henry sin apartar la vista de los papeles. ─ ¿A qué asunto?
─ Me invitó a tomar el té, dice que es para "reforzar lazos"
─ ¿y con permiso de quien vas?
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EL MUNDO EN TU BOLSILLO
General FictionBueno, esto es lo que pasa cuando la inspiración me llega en clases y responde a mi punto de vista ¿cómo serían los países si fueran personas? (lo sé, la idea no es nada original), así que según mis conocimientos hice personificaciones y personalid...