EL MUNDO EN TU BOLSILLO

Especial, parte 2

¡NECESITO TU AYUDA!

─ Tenía entendido que no te interesaba entrar en ese tipo de apuestas...

─ El punto es que ellos piensen lo mismo y así poder ventaja.

─ ...

─ Solo ayúdame, ¿quieres?

─ No.

─... No correrás riesgo, y además, si pierdo, yo solo cargaré las consecuencias.

─ Hecho, pero no quiero que le toques ni un pelo.

─ ¿Te han dicho que eres un padre celoso?

─ Cállate, chaval, si no quieres sufrir y obtener mi ayuda te callas.

─ Ya que...

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¿A DECIR VERDAD?... ERAS MI ÚLTIMA OPCIÓN.

Walter suspiró con pesadez y entró de lleno al enorme recibidor de la casa del americano, el cual lo recibió mirándole de mal modo, por cierto.

─ ¿Qué rayos quieres? ─ le preguntó con impaciencia.

─ Necesito saber que le gusta a México.

─ Oh, ¿en serio?, ¿y entonces por qué no vas y le pides ayuda a Caden?─ replicó molesto.

─Canadá me gritó que México no es un juguete y luego me arrojó miel de maple a la cara... ─ era oficial, iba a morir de vergüenza.

Andrew se carcajeó, imaginándose lo enfadado que debió estar su hermano.

─ Debió haber sido realmente gracioso...─ dijo entre risas.

─ Necesito la ayuda de Ricardo, por favor, él debe saber lo que le gusta a su herma-...

Y la risa de los Estados Unidos de América se acentuó aún más.

─ ¿Acaso he dicho algo gra-...? ─ La pregunta se quedó a medio formular en los labios de Walter, pues Andrew comenzó a enumerar.

─Le encanta la buena, los libros... principalmente libros sobre mitología, ficción o, en su defecto, hechizos antiguos... ─ el rubio se mostró pensativo un momento. ─ Aunque me duela decirlo, le fascinan las novelas de Fiodor Dostoievski, adora la novela "el jugador"....

Alemania del oeste abrió los ojos como platos... ¡Andrew le estaba dando información útil!

─ Le encantan los postres, los adora... puedes ganar su atención si le das un postre típico de tu casa... veamos, ¿qué más?... ¡Oh, claro!; a Josh no le agrada que lo atosiguen mucho, así que solo espera a que él te hable, a pesar de que no lo parezca, él es tímido... y nunca hables mal de sus hermanos o el estúpido eslavo ese, odia eso... bueno, creo que esas son los puntos más relevantes... ¡buena suerte, Alemania! ─ dijo con tono alegre.

─ Supongo que calculé mal... ─ dijo Walter avergonzado.

─ Lo sé, soy genial... lo que más me duele admitir en estos momentos, es que si quieres mejor información, tendrás que hablar con el ruso... no apostaste contra él, ¿verdad?

─ ¡¿He?!

Ante esa respuesta, el estadounidense solo suspiró.

─ Que tontos... les lleva una enorme ventaja, entonces...─ se burló.