El Viaje

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— ¡ELSA! - Gritó mi mamá desde abajo.

— ¿¡QUE!? - pregunté molesta - ¡Déjame descansar!

— Espero que ya estés bañada, peinada, vestida y arreglada porque hoy se van. Y no va a ser lindo si voy y no estás preparada - mis ojos se abren de golpe. Hoy nos vamos.

No.

Puede.

Ser.

Corro al baño, enrollándome en las sábanas y terminar de cara al piso. El comienzo de día perfecto.

Al llegar voy directo a mi cepillo de dientes, comenzando a pasarlo delicadamente por mis dientes para no lastimarme. De seguro me hubiera asustado al ver mi reflejo en el espejo. Pero los vampiros no me reflejoporque no quiero, así que me asusto mentalmente con una imagen mental de lo que sería en estos momentos; despeinada hasta más no poder, ojeras, ojos rojos o negros, pijama totalmente desordenado. Sep, la perfección en su máxima expresión.

Después de una ducha con agua helada salgo envuelta en una toalla camino al closet, donde saco una musculosa blanca, shorts azul oscuro un poco rasgados y unas converse blancas que había arreglado ayer. Me hago una trenza francesa bastante desarreglada y aplico un poco de sombra oscura en mis párpados y labial rosa en mis labios.

Al bajar veo a mamá y papá desayunando mientras estaban en una muy animada conversación. Se nota que nos van a extrañar, gracias. Al inclinar mi cabeza y ver detrás de Iduna me encuentro con Anna metida en su celular llevando una cucharada de cereal a su boca.

Ya está, gente.

Todavía no conseguí al amor de mi vida y ya va a ser el fin del mundo. Hoy mismo nos morimos todos. TODOS. Anna despierta y arreglada temprano, o antes que yo, es un acontecimiento que indica la venida del fin del mundo. Esa ni porque le paguen se levanta temprano.

— ¡Ay! -hago una para nada exagerada exclamación y los presentes me miran raro-. El fin del mundo se aproxima, people. Hay que encontrar rápido al amor de mi vida y casarme con él. ¡Quiero morir casada!

— ¿Qué te fumaste?

— ¿Yo? Yo no soy la que nunca se levanta temprano y está arregladísima - Anna rueda los ojos y vuelve su atención a su teléfono.

¿Soy la única en esta casa que no está en el teléfono las veinticuatro horas del día?

Yo creo que sí.

Al pasar por un lado de mi hermana me fijo en que trae una camisa gris con los bordes negros y un alien a un costado, un jean de tubito negro, converse blancas, sus típicas trenzas a los costados y un maquillaje muy natural.

Al percatarme de un detalle, me volteo y los veo a todos o como antes -. Por cierto, buenos días.

— Buenos días - ahora sí me dirijo al frente de la isla y miro a mamá.

— ¿Qué hay de desayuno?

— Prepárate lo que quieras.

— Okis - pongo manos a la obra abriendo las dos puertas de la nevera encontrando muchas cosas con sangre. Saco jugo de sangre tipo A, carne de res cruda y una manzana. Hay que cuidar la dieta.

Después de desayunar, me lavé los dientes, guardando el cepillo y la crema en un bolso antes de cerrar la última maleta y bajarla. En el pasillo me encontré con Anna con una maleta en mano.

Me dirijo a mi carro a montar la maleta que tengo en el maletero de este, junto a las otras. Anna decidió ir en el suyo, por capricho de ella.

Medio hora después, nos encontramos en la cola para entrar al area de la revisión de pasajes y equipaje de mano y diez minutos después nos encuentramos en la sala de espera a esperar que sea la hora de nuestro vuelo y a nuestro primo: Eugene, que va a viajar con nosotras por obligación de nuestra madre y tía. Veinte minutos después llegó el idiota mal abortado en caca de elefante con una camisa blanca debajo de un suéter negro con rayas blancas formando cuadros, un jean azul oscuro, converse con rayas negras y una mochila azul en su espalda.

Academia de VampirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora