INFINITY SUFFERING

III

Tierra

Sin importar el planeta, la devastación había sido la misma.

"La mitad del universo" dijo.

Sabían las enormes posibilidades de que se cumpliera, pero jamás imaginaron tener que enfrentarse a las consecuencias. Pelearon con todo lo que tenían, eso había bastado con anterioridad. Pelearon sin importarles sus propias vidas al borde de la extinción con tal de ganar, de vencer a un ser que poseía seis gemas de poderes extremadamente peligrosos. . .

Ese fue el peor castigo.

Poner sus vidas en juego, y sobrevivir.

No como la mitad del universo.

No como la otra mitad de vidas que se habían esfumado sin saber qué pasó, sin saber que habían perdido contra un genocida universal.

Los daños eran incontables. No había una lista, no había una gráfica que midiera en cantidad cuánto habían perdido. Solo bastaba con mirarse entre ellos mismos y se darían cuenta de quiénes se habían esfumado con un chasquido de dedos.

Y seguía siendo devastador anímicamente.

Cómo sin importar el empeño que habían puesto, todos habían perdido.

Thor soltó su hacha, con un largo grito de sufrimiento. No creía poder perder más... y esta vez le había fallado al universo entero. Después de poner toda su fe en un arma que sí funcionó contra Thanos, pero no de la manera correcta. Creyó que nada más podía importarle, pero estábamos hablando del universo.

Incontables vidas desvanecidas en un solo acto de... cobardía.

El capitán no se levantaba del tronco junto a los restos de su amigo. El doctor Banner seguía hablando consigo mismo, sin creer lo que había pasado. El hombre de las piernas de metal trataba de establecer contacto con el exterior, con quien fuese.

Hubo un leve BEEP, y todos salieron de sus infiernos personales con apenas un movimiento de cabeza. Pero no era de ningún artefacto de la tierra, así que sin ganas de nada más, lo dejaron pasar. Al menos hasta de nuevo el BEEP se hizo presente más cerca y Rocket apareció de entre los arbustos con leve esperanza en su rostro mientras sostenía su muñeca y el comunicador en ella.

Estaba recibiendo una transmisión del Milano. Del resto del equipo, solo eran coordenadas pero era una dirección sin duda.

- Thor - y no había persona que pudiera llevarlo a esa dirección, a casa, con sus... estúpidos amigos para que lo ayudaran a comprender que Groot había desparecido, que la misión había fracasado, pero que juntos estarían bien de nuevo.

El dios le debía más de lo que quisiera admitir, así que sonrió un poco cuando vio la esperanza en Rocket. Después de todo, por su causa se había separado de su equipo y ahora estaba solo en la tierra, lejos de lo que conocía ¿Cómo podría negarse? Si alguien todavía tenía un lugar a dónde pertenecer, era esa pequeña liebre.

- Vuelvo en... - miró a Steve con un nudo en la garganta todavía - En un par de minutos - y esta vez era una promesa. No tenía lugar a dónde pertenecer, no había Asgard, no había Loki, no había nada.

Y definitivamente no podían dejar las cosas así, pero la liebre era primero.

Rocket escaló hasta el hombro de Thor para que el dios pudiera ver la luna donde estaba estacionado el milano y con el poder de los túneles entre mundos, gracias al nuevo Jarnbjorn se esfumaron entre celestiales luces que iluminaron las caras del equipo un par de segundos, antes de volver a su gran pesadez de nuevo.

Aunque definitivamente, no podían quedarse ahí.

- Steve, hay que movernos - Natasha no estaba segura de nada, esa situación los había superado por mucho desde Nueva York y aún así decidieron dar su mejor esfuerzo. No se quedaron de brazos cruzados, no se quedaron esperando que alguien más resolviera sus problemas, habían perdido sí, pero había mucho que hacer por ellos mismos primero, el mundo sería otra historia.

No podían retroceder el tiempo ¿Cierto?

Podían discutirlo en un lugar más tranquilo.

Wakanda había perdido a su rey también y había que dejarlos organizarse de manera interna.