Capítulo 33: "¿El arca?"

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Una hora después, estábamos todos reunidos alrededor de la computadora de Bob, con el disco duro conectado y el gran televisor mostrando la pantalla principal. La tensión en la habitación se sentía en el aire, cada uno de nosotros expectante por lo que revelaría artefacto.

Finalmente, la imagen del profesor apareció en la pantalla. Para mí, su rostro ya no generaba la misma angustia que al principio, pero para Ion era diferente Después de un momento de silencio, Ion habló.

— Todo tiene sentido ahora. El último día, el día de la Infección... ¿recuerdan?

— Sí —respondió Cari, con una expresión de recuerdo—. Se fue antes de tiempo...y parecía... preocupado... más que nosotros, al menos.

Mis pensamientos se agolparon, tratando de conectar los puntos. Ahora que todos sabíamos lo que el profesor estaba involucrado de alguna manera, podíamos comenzar a sacar conclusiones.

— Lo importante aquí es que...si Trouyet sabía lo que estaba sucediendo, ¿Por qué no huyó de la ciudad? —pregunté.

— Quizás pensó que todo el mundo sería Infectado, no habría a donde huir —propuso Valery.

— Hasta donde sabemos, el sujeto ha cometido crímenes contra la humanidad —aseguró Jack—. Deberíamos ejecutarlo.

— ¡No! —soltamos los demás que compartimos salón de clases.

— ¡Aún podría despertar y decirnos algo! —apremió Cari.

— Lleva meses dormido, lo dudo mucho —Bob hizo una mueca.

— No podemos solo matarlo —defendió Ion—. Hasta donde sabemos, es un desertor.

— "Posible desertor" —apuntó Bernard.

— ¿No hay más información? —pregunté a Bob.

— El disco duro esta lleno de archivos, pero...la mayor parte está encriptada...o en griego. Tomará un buen rato antes de encontrar algo útil aquí.

Ion no habló. Seguía atónito, observando el televisor. Sabía lo que sentía, saber que tu profesor favorito fue cómplice de unos terroristas que intentaron matarte, asusta un poco.

—Necesitamos que despierte—dijo Ion—. Si queremos respuestas, el maldito tiene que despertar...

—Lleva en coma más de seis meses—dijo Kevin.

—Dudo mucho que despierte justo ahora—continuo Jack.

—Pues lo necesitamos despierto.

— ¿Que vas a hacer? —preguntó Bob—. ¿Llegar y sacudirlo?

No respondió, se quedó observando al vacío, pensante.

—Mencionaste, que ya lo habías sospechado antes de ver el televisor... ¿cómo? —preguntó Ion.

—La marca—respondí—. Los miembros de la organización tienen una marca...

—El tatuaje de una cabra—dijo Kevin sonriente.

— Exacto, el loco del parque tiene una marca similar y apuesto a que Squirrel también la tiene.

— ¿Seguros que el loco no mencionó algo importante?

— Dijo algo sobre un ojo y... ¿un arca?

Al mencionar el arca, Ion frunció el seño.

— ¿Que más les dijo? —insistió Ion.

—A mí más bien—respondí confundido—. Me dijo que...el arca era la solución...la manera de salvarse...de salvarlos a todos, de sacarlos...

Los ojos de Ion se abrieron de par en par, su cuerpo tensó. Había descubierto algo, eso estaba claro. Había guardado una pieza crucial del rompecabezas que ahora encajaba perfectamente. Esperaba que pronto nos revelara lo que sabía, pero prefirió guardar silencio.

—Mal momento para jamás haberle prestado atención a mi abuela hablando de religión—susurró Bernard.

— Se cierra la sesión, continuaremos después—dijo Ion antes de marcharse.

—Espera, no puedes irte—gritó Jack al salir detrás de él.

Los demás corrieron intentando alcanzarlos. Dejándome solo, con Cari.

Virus Letal II: La CuarentenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora