Atomic; XiuHan.

Atomic.

Los años pasaron a través de un mundo donde el tiempo no se detiene, por más que lo anheles, ni las cosas vuelven a ser como eran, tan efímero.
Así lo ve MinSeok después de pasar varios años ya en una casa rodante, había viajado, se había enamorado de nuevo. Sin embargo, en noches como esa, estando en medio del desierto y escuchando aquella vieja canción que sonaba en la radio cuando beso a LuHan, sabe que nunca nada se va a comparar a aquel amor joven e inocente que tuvo con el chico de ojos miel y cabello rubio que brillaba más que cualquier estrella.

Se pregunta que ha sido de su vida, sin saber que LuHan sí lo extraño, durante un tiempo, incluso estuvo involucrado con vicios malos luego de que el dueño del casino lo echara a la calle al decirle que no le servía más.
Sin saber que tuvo que volver a su vieja ciudad, pedir disculpas a sus padres y terminar por casarse con un hombre de bien, teniendo que adoptar dos hijos, pero sin olvidar ni un solo día a su chico de ojos ansiosos, esperando encontrarlo alguna vez.

MinSeok piensa en todas las promesas, mirando fotos viejas a blanco y negro, algunas ya rotas por el tiempo y sin embargo, puede ver ahí a LuHan, con su sonrisa y en medio de un escenario, viviendo el sueño que ambos compartieron por un breve instante.
Se piensa entonces, que la vida no fue tan mala, vivió la aventura, conoció el amor, vio la luz del Señorito Bomba Atómica.

Se levanta del viejo sofá y sale, mira la luna de nuevo, su vieja amiga. Respira profundo y sonríe de nuevo, su corazón que se sigue manteniendo joven y tonto late de nuevo por que cree ver de nuevo aquella escena donde LuHan corre a su moto y se sonríen, se prometen estar juntos para siempre y ríe un poco por que esas palabras podrían ser simples segundos en algunos casos.

Suspira y entra de nuevo, por que esa noche, a pesar de ser verano, se sentía demasiado fría para estar solo.

»Y por un segundo, ahí ganamos.
Sí, somos inocentes y jóvenes.«